VECINOS TRABAJARAN EN PREDIOS ESCOLARES VACÍOS

Las escuelas números 34, 37 y 130 serán las primeras en ocupar.

Dos comodatos se suscribieron entre la Inspección Departamental de Educación Inicial y Primaria de Tacuarembó y grupos de vecinos, para la concreción de proyectos de carácter productivos en aquellos centros escolares que ya no reciben niños.

“Se llega a la concreción de un proceso que se inició el año pasado. Que en locales de escuelas que no reciben alumnos” los vecinos “que quieran trabajar en esos predios de escuelas abandonadas puedan hacerlo” dijo la Inspectora Departamental, Beatriz Diperna.

La jerarca informó en nota a semanario Batoví que la idea era de muchos años atrás y que hubo una solicitud a las autoridades, para que “aquellas  escuelas que quedan abandonadas con agua y luz eléctrica que muchas veces son objeto de vandalismo o apropiación indebida” pudieran ser explotadas por personas interesadas.

La información sostiene que seis fueron los proyectos productivos presentados, tres fueron aprobados. De los mismos dos se suscribieron, correspondiente a las escuelas Nº34 de Carpintería y Nº37 de Paso de las Carretas, respectivamente. El comodato de la Escuela Nº130 de Cerro de la Ventana no se firmó por un error técnico.

El integrante del Comité Evaluador, Cándido Duarte, sostuvo “que se analizaron los proyectos según las bases, los mismos pretenden la reactivación del local y la participación de los pobladores”.

Rubén González, integrante del grupo firmante para la explotación del predio de la escuela de Carpintería, habló de reacondicionamiento  del predio escolar, la instalación de un invernáculo así como juegos para niños y la plantación de árboles frutales.

Néstor de Cuadro, representante de quienes trabajarán en la Escuela Nº37, recordó que es un ex alumno de la escuela y que la misma es un centro de referencia para la población y el objetivo es la producción de hortalizas, cría de aves de corral, armar un museo y concretar talleres sobre producción agro ecológica.

La emigración que se da en zonas rurales en el departamento de Tacuarembó provoca el despoblamiento del campo y con ellos el traslado de familias enteras, con sus niños, a zonas urbanas.

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