El Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT reveló en su informe “Los diezmilpesistas en 2010” que 813.000 trabajadores (53% sobre el total) no superan los $10.000 pesos de sueldo líquido. El estudio se apoya sobre la Encuesta Continua de Hogares (ECH) que lleva adelante el Instituto Nacional de Estadística. Milton Castellanos, director del instituto Cuesta Duarte habló con El Espectador al respecto y evaluó que estos números despiertan a la reflexión sobre “cómo mejorar la distribución de los ingresos”. El dirigente indicó que “pese a todo lo que se ha hecho y a la recuperación del salario en los distintos niveles, en Uruguay todavía el problema de los ingresos sigue siendo un factor que debemos corregir”.
El informe toma como ingresos aquellos que se perciben por la ocupación principal, tomando como base el valor hora promedio por ocho horas de trabajo diarias. Y además, la ECH no obliga al encuestado a documentar su respuesta, por lo que el encuestado tiene libertad de dar una cifra no verificable. “Eso está contemplado. En general, los trabajadores que subdeclaran o están en régimen de informalidad y quienes esconden salario para no pagar IRPF, yo diría que en general en estadísticas son menores”, evaluó Castellanos. El director del Instituto Cuesta Duarte agregó que en Uruguay cerca el 30% de 1.600.000 trabajadores remunerados está en condiciones precarias. “Es una encuesta que no sólo refleja la realidad: si usted sale a la calle, sale al interior se puede dar cuenta que efectivamente son así esos guarismos”, dijo Castellanos. Asimismo, el estudio reveló que en el interior del país se concentra el 65% de esos ‘diezmilpesistas’.
“Generalmente, los trabajadores del interior han ganado menos que los de Montevideo, con es falsa dicotomía que aparentemente la vida es más barata”. Castellanos enumeró a favor de esta afirmación que “salvando algunos instrumentos, como el transporte, los alquileres, gastos de alimentación, tarifas públicas o ropa, están muy similar con Montevideo. Pero de cualquier manera hay una percepción de que se vive con menos dinero”. En parte de la plataforma de recientes movilizaciones del PIT-CNT se sustentaron en este informe. Amén de reconocer mejoras, como el piso del Salario Mínimo Nacional que está en $6.000 y se elevará a $7.200 a partir del 1 de enero de 2012, “vamos a hacer un planteo si el Salario Mínimo Nacional puede llegar a $8.000 el 1 de enero, porque seguir apuntando a los salarios más sumergidos es mejorar la calidad de vida y la mejor distribución de los ingresos. Eso posibilitaría que este crecimiento económico del Uruguay también tenga una mejor distribución”. Y recalcó que seguirán insistiendo en “mejorar fundamentalmente aquellos salarios que le hemos puesto ‘de los diezmilpesistas’, es decir aquellos, que están sobre el límite de los índices de pobreza”. Acerca de las teorías que evalúan que mejorar el ingreso contribuye a un aumento de los niveles de consumo, y por ende, al ‘calentamiento’ de la economía, Castellanos señaló que “con salarios de menos de $10.000, por más que el uruguayo quiera tener un gran poder de consumo, es bastante difícil poder hacerlo. El consumo quizás se haya disparado por esta brecha en la distribución de los ingresos. La presión que puede generar el consumo en Uruguay todavía está lejos de generar problemas mayores”.
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