Tres años y medio estuvo desempeñando el cargo de Juez Letrado de Tacuarembó, siendo oriunda de la capital, fue de Juez de Paz en Maldonado, Montevideo y Paysandú, es docente en la Escuela de Magistrados del Uruguay. El 16 de julio, tras una resolución de la Suprema Corte de Justicia, asume como titular del Juzgado Letrado de Colonia, en nuestra ciudad deja una estela de amigos y de buenas relaciones con distintas instituciones. Desarrolló su función con un alto nivel profesional pero sin cejar el lado humano en una actividad cuya práctica se vincula con casos extremos en lo social. En un mundo donde los medios de comunicación cumplen un rol importante, para conocerlos mejor, asistió como alumna a los cursos de periodismo dictado en la Casa de la Universidad.
Entrevistada por el programa “Adelante” de Radio Zorrilla de San Martín, la Dra. Virginia Ginares, al conocer su traslado, reconoció que de su paso por nuestro pueblo: “me llevo mucha gente en el corazón, es imposible haber pasado por Tacuarembó y no quererlo. Quiero a su gente, obviamente, la que me tocó trabajar, los compañeros de oficinas, los colaboradores de distintas áreas, las personas que recurrieron a mi y recibieron una respuesta satisfactorias al problema que tenían, me llevo todo eso. Y en lo profesional un crecimiento muy interesante, porque me tocó trabajar en cosas complicadas, colaborar en el mejoramiento del servicio tanto interno del Poder Judicial como con la Policía, aprender de lo que sabían los que ya estaban acá y escuchar desde otras áreas lo que tenía la gente para aportar. El crecimiento profesional para mi ha sido inmenso”.
– ¿Ud. dentro de las tareas que encaró fue dinamizar la labor y mejorar también la parte edilicia, ¿se logró algo?
Uno siempre quiere tener la esperanza de que uno no pasó en vano sobre el lugar. Las cosas que quería hacer no todas se concretaron, me hubiera querido ir con un Juzgado que en el aspecto edilicio estuviera mejor equipado de lo que está, no pierdo la esperanza de que el que viene detrás tenga la posibilidad de concretar esos logros, que son tareas emprendidas por otros jueces que tuvieron antes. El Juzgado trabaja bien, tenemos necesidades como toda oficina pública en el mejoramiento de gestión, en recursos humanos, en recursos de materiales pero considerando como estamos puedo decir que es un grupo de gente que trabaja bien, tiene puesta la camiseta.
– Ud. hizo hincapié también en mejorar la atención hacia la mujer víctima de violencia doméstica, y también la relación con la policía. ¿Cuál es el balance?
Creo que lo triste es que no hayamos logrado bajar los niveles de violencia intrafamiliar, creo que eso debería ser nuestra prioridad, es una opinión personal, me parece que los peores delitos son aquellos que se comenten en el silencio de una casa. Es difícil de entender que en el ámbito de las relaciones domésticas, donde debería primar la colaboración y el afecto, haya personas que tengan que estar soportando una vida que no es digna. Entonces cualquier cosa que podamos hacer los que somos operadores jurídico para que quien no se comporta como debe reciba las reprimendas que corresponde está bien, pero de todas maneras la prioridad tiene que ser que eso no suceda. Porque tanto la policía como la justicia siempre vamos a llegar después de que las cosas se cometieron y el daño que se produce dentro de una casa con esas cuestiones es a muy largo plazo, entonces lo ideal es que logremos que eso se controle, que los adultos se manejen en el hogar con respeto hacia su hijos y entre ellos, eso es fundamental. Respecto de la policía transitamos distintas etapas, como toda relación interinstitucional y que estamos en un muy buen momento donde, nos conocemos y sabemos lo que cada uno tiene que dar en esa relación de trabajo, se ha conformado un buen equipo, no es un mérito mío sino un logro compartido entre muchas personas, algunas que no están porque el Comando cambió y sin embargo el nuevo Comando mantuvo ese mismo espíritu y lo fortaleció.
– ¿Ud. ha estado dictando cursos a la policía de Tacuarembó?
Lo que hicimos con el cuerpo de oficiales, básicamente, fue tener reuniones mensuales para actualizar distintos aspectos de nuestro trabajo. En el ciclo de este año completamos lo que fue análisis de pruebas, con un corolario que fue el aporte de los técnicos del Poder Judicial y el aporte de Policía Técnica de Montevideo, que fue un aprendizaje para todos. Me parece que fue positivo en eso y espero que continúe con lo que queda del año y espero que la dirija el nuevo Juez y si se requiere mi colaboración estaré gustosa aquí para aportar lo necesario.
– ¿Cómo valora la relación con la prensa en Tacuarembó?
En todas las profesiones lo ideal es elevar los niveles, me gustaría ser mejor Juez de lo que soy y a los periodistas les gustaría ser mejores de lo que son. Eso de mirar para arriba y querer encontrarnos en un punto alto de nuestros respectivos desempeños, está muy bueno, obviamente no tengo la misma relación con todos los periodistas de Tacuarembó, porque no hay un mismo nivel ni de interés y ni de investigación, ni de compromiso con la verdad, ni de objetividad en todos los casos, pero ahí, mi función como Juez es no cuestionar a ninguno de ellos y estar abierta a las preguntas y los encare que haga como periodistas cada una de esas personas. Mi opción como consumidora es directamente que algunos no los escucho, pero esa es una opción que hago en todas las fases de mi vida. A mi me sirvió de mucho asistir a los cursos de periodismo, porque los periodistas me vieron a mi desde otra perspectiva y yo los ví desde otro punto de vista. A veces solo se trata de eso de poder mirarse a los ojos y decir “a mi me parece esto” y que el otro diga “a mi no, a mi me parece tal otra cosa”. Y como decía Voltaire, uno de los representantes del Iluminismo “no estaré de acuerdo con lo que usted dice, pero me dejaría matar para que pudiera decirlo”. Esa es la función de la Justicia, no hacer una censura previa, pero sí estar atento que si hay violaciones de derechos de personas estar ahí para responder a eso. Pero mi evaluación con la prensa de Tacuarembó es positiva, estoy abierta para reunirnos a pesar del traslado en alguna otra ocasión. Y les quedo agradecida, aun en momentos en que no nos entendimos, el respeto que tuvieron, no con la persona, porque las personas pasan, sino con la función que es la única que importa.
– ¿Qué importancia tendría un Juzgado en lo Penal de 2º Turno, aquí en Tacuarembó?
Creo que sería positivo para el Juez que está, que tiene que ser Turno único en 28 días al mes, que se hace extenso por el costo que tiene en salud y en descanso en la persona. Pero, se que también, que el interés de la gente, aquí en Tacuarembó, es tener un especializado en violencia doméstica. Entonces, no está bueno que yo opine que lo más necesario es lo que me favorece a mí. Creo que esas visiones las tiene que hacer el Poder Judicial estratégicamente. Tenemos pocos recursos, tenemos un presupuesto que no es absolutamente independiente del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo y hay que manejar lo que tenemos de la mejor manera posible y ahí más que las necesidades personales están las necesidades de lo justiciable. Tal vez lo más necesario hoy sea un especializado que descomprima a los otros colegas en sus agendas y que le otorgue especialidad a un Juez que pueda atender ese tema, la verdad no me animaría decir que un segundo turno en penal sea prioritario, para el que está al frente sí, pero no se si en una perspectiva del servicio, no me animaría a contestar.
– Segunda foto: Con funcionarios del Juzgado Letrado de 1ª Instancia de Tacuarembó.
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