En Uruguay se registra a diario un promedio de 1.2 suicidios, cifra que preocupa a las autoridades nacionales. El país se ubica, junto con Cuba, entre los más afectados del continente al respecto. En 2011, 537 personas murieron por esta causa. Para revertir esta realidad, el Gobierno trabaja en la prevención, procura detectar a tiempo los intentos de autoeliminación, y diseña un registro obligatorio para seguir caso a caso. Con motivo del Día Nacional de la Prevención del Suicidio, el martes 17 de julio se realizó la presentación de los avances en la implementación de un plan nacional sobre el tema y una ficha nacional de registro obligatorio de intentos de autoeliminación. En este contexto, se dieron a conocer cifras que preocupan al Gobierno en la Torre Ejecutiva.
Según los datos presentados, la tasa de suicidio se mantuvo constante en los últimos años, excepto un leve ascenso en 2002. Ronda los 16.7 por 100 mil habitantes, 537 casos en el año 2011.
Se registran aproximadamente 1.2 suicidios por día. La tendencia es mayor en hombres –la proporción es 3 a 1 respecto a las mujeres- y en el interior del país algunos departamentos tienen una tasa elevada como Rocha, Lavalleja y Flores.
Las estadísticas revelan que los intentos de suicidio aumentan la probabilidad de que acontezca a 10, es decir que se registran 10 veces más intentos que los que finalmente se concretan. El acto fue presidido por los ministros de Salud Pública, Jorge Venegas; de Desarrollo Social, Daniel Olesker y de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, además del subsecretario del Interior, Jorge Vázquez.
Llegar a tiempo – Venegas recordó que es una patología multicausal, por lo que no hay una sola explicación; enfermedades crónicas que padecen algunos usuarios, dispersión familiar, patologías mentales como esquizofrenia y poca capacidad de tolerancia a la frustración, son algunas causas. El jerarca expresó su preocupación por los altos índices registrados y lo definió como un “tema importante dentro de la salud pública”. Aseguró que la comisión especialmente dedicada al tema dentro del MSP actúa en el área de prevención y que también involucra al Programa de Salud Mental. Para actuar en forma preventiva se realizan cursos de capacitación en Montevideo e Interior a nivel de los médicos. “La tasa se mantuvo constante y lamentablemente es una de las más altas del continente, junto con Cuba, lo que requiere que tomemos algunas medidas como la capacitación de los profesionales para detectar el intento de autoeliminación”, indicó. Venegas se refirió a la importancia de contar con un registro de los casos de autoeliminación. Para ello se elevará un decreto-ley que permitirá contar con un registro obligatorio de los pacientes que consultan con probable intento de suicidio. Esto permitirá un seguimiento de la situación en las primeras 48 horas.
Iguales causas de diferentes problemas – Jorge Vázquez expresó su alarma por los indicadores sobre los hechos consumados y los intentos. Dijo que les llama la atención que las causas que aparecen de fondo también son causas de otros problemas sociales como el consumo problemático de drogas, la delincuencia juvenil, la presencia en las cárceles de personas jóvenes. “Esto habla de que algo pasó en nuestra sociedad que llevó a que este sea el camino que encontraron muchos ciudadanos, en lugar del otro como buscar opciones de vida diferentes”, reflexionó. “Vale la pena tener una bandera por la cual hacerse matar, pero sobre todo tener una bandera por la cual vivir, tener planes y expectativas de vida”, añadió. Explicó que se estudió particularmente la situación de la familia policial en este contexto. Dijo que este sector se comporta de forma similar que el resto de la sociedad. Recordó que los elementos más utilizados para quitarse la vida son el arma de fuego o la horca, y que el policía tiene acceso al arma de fuego con más facilidad por ser una de sus herramientas de trabajo. En la órbita del Ministerio se creó un grupo especial para atender el tema. Vázquez aseguró que los uruguayos “nos estamos volviendo cada vez más intolerantes, lo que lleva a plantearnos qué nos pasa como sociedad”. Dijo que es importante buscar las causas que desencadenan estos problemas.
Espacios de convivencia en pro de la vida – Olesker aludió a las distintas políticas que se vienen efectuando desde la perspectiva del Gobierno, vinculadas a la atención de la población de mayor riesgo. Dijo que se debe poner la perspectiva sobre todo en los mayores de 75 años y en los jóvenes. Recordó que el tratamiento que se le está dando al tema de la convivencia va en esta línea.
Ehrlich llamó a pensar en el significado de un intento de suicidio y dijo que más allá de las estadísticas, que considera preocupante, se debe atender el valor de cada vida, sobre todo en un país con las características demográficas del Uruguay. Dijo que hay que asumir el problema, para apuntar a una sociedad más sana. “La mayor riqueza de un ser humano es el sentido de pertenencia a una comunidad, cuando eso se debilita, la sociedad comienza a tener estas patologías”, añadió Ehrlich, quien dijo que la cultura, la integración social, la generación de espacios públicos y hablar del tema, son un buen camino.
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MUJICA: “la mejor prevención contra el suicidio es hablar del tema”
En la conmemoración del Día Nacional de la Prevención del Suicidio, José Mujica participó del cierre del acto protocolar. Destacó que la ciudadanía debe buscar estrategias que reviertan las cifras de los suicidios. Para ello, se deben difundir los números y «no tener miedo a que sean contagiosos”. Reflexionó acerca de la necesidad de reconocer «el milagro de la vida» y luchar por disfrutar los momentos que ella nos brinda. Durante el cierre del Día Nacional de la Prevención del Suicidio, el presidente Mujica hizo un reconocimiento a las personas que luchan contra el flagelo del suicidio. Considera que se trata de un problema multicausal para el cual es necesaria la participación de la ciudadanía en la búsqueda de estrategias que permitan reducir el número de suicidios.
El mandatario reflexionó: «¿Será necesario acostumbrarse a convivir con determinadas cosas que se encuentran presentes en la sociedad y hacernos los desentendidos para autoprotegernos? ¿Será normal que exista una multitud de viejos abandonados que sus familias no pueden cuidarlos y si como sociedad nos debemos acostumbrar a que las cifras de suicidios no se difundan por miedo a que sean contagiosas?». Mujica considera que los estados pueden generar algún mecanismo de control y cuidado pero “no pueden dar amor”. «Los seres humanos precisan más que medidas económicas, algo que no se compra ni se vende”, agregó.
En ese contexto, el jefe de Estado sostuvo que «la lucha debe ser por mitigar el impacto porque todas las cosas vivas tienen en común luchar por la vida. Ese es el primer mandato”. Añadió: «Debemos entender que la vida es un milagro y ninguna cosa puede tener el valor de la oportunidad de estar vivo». Según Mujica: «Los hombres nos privamos de vivir con intensidad la vida, esta es la tragedia de nuestra sociedad, olvidarnos el valor de la vida porque ninguna cosa vale más como elemento preventivo que hablar de este tema”.
El Presidente culminó su discurso asegurando que el ser humano centra su vida en el trabajo y el consumo y se olvida de vivir y disfrutar de los momentos que brinda da la vida.
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