El ministro Brenta ratificó la baja de la pobreza en el medio rural y definió como favorable el impacto de la Ley de Ocho Horas en el sector. Destacó que los niveles de formalidad igualan a los del sector urbano y dijo que se registró una mejora sustancial en los ingresos de hogares rurales, situación que hace tiempo no se daba en el país. El jerarca coincidió con el subsecretario del MGAP en que aún resta mucho por hacer. En el marco del acto de apertura del seminario subregional organizado por la FAO y denominado “”Políticas de mercado de trabajo y pobreza rural”, el ministro deTrabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta evaluó la realidad actual de la población que reside en el medio rural y su relación directa con el empleo.
Crecimiento productivo y negociación colectiva – El jerarca aseguró que se registró una mejora en el mercado de trabajo rural debido a “la enorme transformación” productiva y tecnológica del sector agrícola del Uruguay en los últimos años, que definió como “revolucionaria”, y que no fue en desmedro de otros sectores como el ganadero y lechero que también aumentaron su productividad. Este crecimiento económico impactó en la situación de los trabajadores. Por otra parte, aseguró que fue fundamental la instalación de los Consejos de Salarios en Uruguay, a partir de 2005, lo que permitió avanzar en materia de relaciones laborales. La negociación colectiva impactó en forma notoria en los salarios rurales y en la cantidad de puestos cotizantes (cobertura de seguridad social).
“Las transformaciones más importantes tienen que ver con un crecimiento significativo del salario real de los trabajadores rurales”, aseguró, y consideró que los avances acompañan la evolución del salario real de los trabajadores en todo el país. “También se registró un incremento de la formalidad muy importante, porque tradicionalmente este fue un sector de niveles de informalidad importantes, con un descenso de la pobreza y del desempleo en el sector”, indicó. «Hubo avances en materia legislativa, con la existencia de normas de protección a la actividad sindical, la ley de ocho Horas, normas fundamentales cuando se trata de garantizar los derechos de los trabajadores», indicó Brenta, quien habló de “incremento de la sindicalización del sector rural mediante normas de libertad sindical”.
Explicó que la ley de ocho horas impactó favorablemente en el sector rural, pese a que se planteó la posibilidad de reglamentarla para hacerla compatible en los diversos sectores de actividad. “En términos generales se visualiza como muy positivo que los niveles de formalidad en el sector rural, y por tanto de respeto a las normas laborales, hoy están en los mismos niveles de formalidad que el empleo urbano”, sostuvo. Recordó que hace pocos días se conoció la evolución del ingreso de los hogares en el Uruguay y reveló una mejora sustancial en los del medio rural en relación al urbano. Dijo que se trata de un valor “que hacía mucho tiempo no se veía en la realidad del país”.
Las mujeres – Brenta aludió a la situación de las mujeres en el medio rural. “En general la mujer acompaña al hombre en el trabajo rural. Allí los niveles de informalidad, desigualdad y discriminación son mayores que en el urbano. Hay un aspecto cultural que de alguna manera no considera esa tarea como un empleo sino como un complemento de la labor del hombre. Debe aportar a la seguridad social y tener los derechos de los trabajadores. Esto es parte de la normativa legal que se debe modificar”, sostuvo.
Dijo que si bien ya se hicieron algunas modificaciones al Estatuto del Trabajador Rural, habrá que introducir modificaciones a la legislación vigente que permitan aggiornar la normativa a la nueva realidad del medio rural.
Capacitación – El ministro se refirió a la necesidad de fortalecer las capacidades de los trabajadores ante la presencia de coyunturas recesivas. En este sentido aludió a la importancia de la formación de las personas para mejorar su desempeño y oportunidades. Recordó que a partir de 2008 comenzó a funcionar el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP). Allí funciona un programa específico para trabajadores rurales que no solo apunta al empleo, sino también a eliminar la limitación de la oferta educativa en el sector.
“El sector rural tiene indicadores muy positivos para los trabajadores, lo que confluye en un descenso significativo de la pobreza rural, pero también presenta otros desafíos crecientes como la persistencia de sectores, en algunos casos de trabajadores no dependientes (por cuenta propia o propietarios de pequeñas extensiones de tierra) donde subsisten niveles de pobreza importantes en los que se debe trabajar”, manifestó
Vivienda – El subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, aludió al trabajo mancomunado de los distintos ministerios para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores rurales. Hizo especial énfasis en el vínculo que mantiene su secretaría de Estado con la de Trabajo. El jerarca dijo que la suba del precio de los comodities y el cambio en el valor de la tierra ayudaron a que la gente en el campo viva mejor, pero aseguró que aún resta mucho por hacer.
También destacó las mejoras en viviendas y citó como ejemplo la labor que realiza MEVIR (Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural) en conjunto con el Ministerio de Vivienda, quienes recientemente entregaron la vivienda número 25 mil. “El cambio de vida de la gente se logra con políticas diferenciadas”, añadió.
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