Durante 60 años, la superficie destinada a las actividades agropecuarias sigue siendo la misma, el número de explotaciones disminuyó un 50% y su tamaño se duplicó. El tamaño medio de las explotaciones es de 361 hectáreas, la superficie alcanza las 16.227.088 hectáreas y las explotaciones suman 44.890. Los datos surgen del Censo General Agropecuario realizado por el MGAP y presentado este miércoles en su sede central. El censo elaborado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) fue presentado en la sede del organismo por el director de Estadística Agropecuaria, Alfredo Hernández, el director del Censo General Agropecuario 2001, Dardo Fagúndez y el jefe de Estudios Agroeconómicos del MGAP, José María Ferrari.
El estudio, que se realiza cada diez años, se basó en el censo de todos los predios con una hectárea o más de superficie y con actividad agropecuaria por lo menos durante una parte del año censal. En ese contexto, quedaron fuera del censo 9.087 predios con una superficie total ocupada de 189.083 hectáreas.
El censo también mostró que el 56 % de las explotaciones acumulan el 5% de la superficie mientras que el 9 % acumula más de 50 % de la superficie. Asimismo, cinco rubros representan el 70 % de las explotaciones y el 97 % de la superficie. Estos son vacunos de carne y leche, ovinos, cereales y oleaginosos, forestación y horti-fruti-viticultura. En cuánto a la disminución del número de explotaciones, el 91 % de dicha disminución se dio en explotaciones menores a 100 hectáreas. En la gráfica que prioriza la nacionalidad del productor, se muestra que en el 2000, de 57.131 predios censados, 54.908 pertenecían a propietarios uruguayos; 431 a argentinos, 563 a brasileños y 736 a otras nacionalidades.
En 2011, en cambio, de 44.890, unos 37.637 pertenecen a uruguayos; 260 a argentinos, 193 a brasileños y 305 a otras nacionalidades. En ambos casos hay un número de 493 y 6.495 respectivamente que no se puede aplicar este parámetro porque son personas jurídicas, dependencias del Estado y otras. De acuerdo con los datos primarios del censo, la ganadería extensiva es uno de los rubros que reduce más el número total de predios; Entre el último censo y el actual de 2011, de una disminución de 12.241 predios, 7.493 provienen de la ganadería y la gran mayoría son explotaciones pequeñas de entre 1 a 19 hectáreas.
La agricultura cerealera, sin embargo, duplicó su actividad, pasando 1.482 predios en 2000 a 2.481 en 2011. En la forestación hubo una leve disminución, se registró un cambio en la modalidad de producción entre el rubro ganadero y el rubro forestal. Según los expertos, hoy hablar de forestal admite la posibilidad de la asociación con la ganadería de carne en lo que se denomina el uso simultáneo del pastoreo al monte.
Explotaciones agropecuarias – El director del Censo General Agropecuario, Dardo Fagúndez, sostuvo durante la presentación que la disminución del número de productores no solo se verifica durante el período intercensal sino que es un fenómeno que se ha venido procesando a lo largo de los últimos años.
Fagúndez destacó que en un panorama general de descenso de las explotaciones, crecen las explotaciones agropecuarias que se dedican a la agricultura, como cereales y oleaginosos. El funcionario del MGAP resaltó la función que le correspondió al personal de Ministerio de Defensa en este censo y el aporte de Antel que le permitió, a través de sistema GPS, georreferenciar los cascos de los establecimientos lo que consideró algo importante para el trabajo futuro.
El director de Estadística Agropecuaria, Alfredo Hernández, reafirmó, por su parte, que esa disminución del número de explotaciones es un proceso que ocurre a nivel mundial en todas las actividades del sector agropecuario, sobre todo vinculado a procesos de cambio y transformaciones y a nuevas formas de producir en las que, las escalas de tamaño, son un factor muy importante a la hora de competir entre ellas para lograr mercados.
Consultado sobre los cambios producidos en Uruguay en los últimos años en el sector, Hernández destacó el incremento importante de las áreas agrícolas del país, la intensificación en la forma de producir de esos cultivos y la superposición de cultivos de invierno y de verano lo que determinan un incremento de la intensidad de la producción.
Mencionó también los cambios en la forestación, la relación creciente de vínculo en términos productivos de la ganadería de carne y la forestación, el arroz y la lechería que son cada vez más eficientes.
“Todo ello, agregó, va más allá de lo productivo. Va en la forma de gestionar; hay un cambio en el perfil de los productores. Para ser productor de un rubro agrícola no es necesario tener tierra, basta con tener la posibilidad de arrendar un campo, de contratar un servicio y tener una empresa que le proporcione los insumos y puede administrar y ser muy buen referente desde el punto de vista de su ganancia y desde el punto de vista productivo”. “Este es el nuevo Uruguay que estamos transitando y a veces es difícil captar esas transformaciones que no ocurren en un año sino en varios años continuos”, concluyó.
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