El MGAP invierte más de U$S 10 millones en adaptación al cambio climático, a través de dos proyectos financiados por el Banco Mundial y un Fondo de Adaptación del Protocolo de Kyoto. El director de la Dirección de Desarrollo Rural, José Olascuaga, informó que desde el 2012 se apoya a los productores más vulnerables a nivel predial, a nivel de las redes locales y con una plataforma general de información. El director de la Dirección de Desarrollo Rural del MGAP, José Olascuaga, informó a la Secretaría de Comunicación sobre los lineamientos del ministerio con respecto al desarrollo y la adaptación al cambio climático. Explicó que se enfatiza en la adaptación de los sistemas productivos al cambio climático que se manifiesta, principalmente, con las sequías. «Se pretende generar las condiciones necesarias para que los sectores productivos más vulnerables aumenten su resiliencia a los fenómenos climáticos extremos», expresó.
Los productores considerados más vulnerables son los más pequeños o los que, por su ubicación geográfica, tienen menor capacidad de retención de agua en sus terrenos. «La vulnerabilidad también está relacionada con la escala de producción», dijo el jerarca.
Olascuaga informó que la dirección trabaja en un programa financiado con un préstamo del Banco Mundial y con una donación del Fondo de Adaptación de los países que adhieren al Protocolo de Kyoto.
El préstamo del Banco Mundial financia un proyecto de tres componentes que involucra aproximadamente US$ 8 millones: la generación de un sistema nacional de información agropecuaria, el manejo del recurso suelo que se ejecutará a través de la Dirección de Recursos Naturales Renovables y la adaptación al cambio climático y desarrollo, ejecutado a través de productores ejecutado a través de la Dirección de Desarrollo Rural.
La donación del Fondo de Adaptación apunta a las inversiones en predios y al fortalecimiento de las organizaciones locales que se gestionan a través de la Dirección de Desarrollo, con una inversión que supera los US$ 8 millones. Asimismo, tiene un componente de gestión del conocimiento que es tramitado por la Unidad de Adaptación al Cambio Climático, cuya inversión se acerca a los US$ 2 millones.
Olascuaga informó que en 2011 el ministerio trabajó en la preparación de estos proyectos, en el 2012 se inició la etapa de ejecución y para 2013 se planea afianzar ambos proyectos.
Niveles de trabajo – El director señaló que se trabaja en tres niveles: el primero es a nivel de predios y consiste en mejorar la infraestructura, el diseño y el manejo de los sistemas productivos, en cada predio, invirtiendo en acceso a agua e incorporando el riego. También se realizan inversiones en subdivisiones para incorporar el manejo del pastoreo; en montes de abrigo y sombra, reservas forrajeras o manejos de cultivos.
El segundo nivel de trabajo aborda las redes locales e institucionales en el cual los grupos, organizaciones públicas y de productores trabajan en conjunto para mejorar las acciones de prevención y respuesta frente a eventos extremos.
La gestión del conocimiento es el tercer nivel de trabajo, que consiste en identificar y validar lo que son buenas prácticas y herramientas para una mejor adaptación al cambio climático. Por otro lado, se fomenta el intercambio de información para que todos los productores puedan prevenir y planificar mejor las situaciones derivadas de la variabilidad climática.
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