Según los datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias, DIEA, 213 productores explotaron una superficie de 904 mil hectáreas en predios mayores a mil hectáreas. El director de la DIEA del MGAP, Alfredo Hernández, subrayó que el perfil de los productores cambió en los últimos 10 años, pasando del tradicional titular de una explotación agrícola hacia empresas agropecuarias con capacidad para sembrar grandes extensiones. Hernández dijo que la información demuestra que en los últimos años aumentó el número de productores de grandes superficies, quienes acumulan la mayor porción de las áreas cultivadas.
Durante el año agrícola 2004/2005 fueron identificados unos 5.993 productores que cultivaron 1.439.592 hectáreas en predios menores a las 20 hectáreas. Ese mismo año, 87 productores explotaron 420.084 hectáreas en predios de más de mil hectáreas. Según el Anuario Estadístico Agropecuario 2012, un total de 2.622 productores explotaron 225 mil hectáreas en predios menores a las 20 hectáreas, mientras que 213 productores explotaron una superficie de 904 mil hectáreas.
En el año 2000, Uruguay sembraba unas 20 mil hectáreas de soja. La intención de siembra en 2011/2012 abarcó más de 868 mil hectáreas, según los datos de la mencionada publicación. Alfredo Hernández calificó el crecimiento de las áreas de cultivo de soja en los últimos diez años, diciendo que es “el cultivo que marcó la dinámica hasta ahora”.
El director de Estadísticas Agropecuarias también explicó sobre los cultivos de secano que “cuando hablamos de quiénes cultivan, sin dudas que lo primero que hay que pensar es que no hay productores en la forma tradicional, sino que hay muchos núcleos empresariales que financian el cultivo, hay un desarrollo gerencial de las empresas. Hoy hablamos de productores o empresas que planten diez o quince mil hectáreas y a nadie se le mueve un pelo. Y esto forma parte de un cambio de perfil muy importante”.
Hernández subrayó la relevancia de la sustentabilidad de los recursos naturales en un contexto de uso intensivo de los suelos. Para eso, indicó que los planes de suelo requeridos por el MGAP, que obligan a los productores a presentar el plan de manejo y sustentabilidad que utilizarán, era un “debe” del Estado uruguayo. Recordó que la sustentabilidad no es un tema nuevo en la agenda del MGAP, pero que los requisitos deben ser, por lo menos, similares en su intensidad.
El crecimiento del área sembrada de soja fue acompañado por el de otros cultivos, como por ejemplo el trigo, con el cual existe una sucesión directa entre ambos.
En cuanto al trigo, el área sembrada en 2002 superaba las 137 mil hectáreas, mientras que la intención informada el año pasado fue de 593 mil hectáreas. “Sin dudas, esto se relaciona con el tema de que ha resultado un buen negocio para la mayoría de los casos, especialmente cuando se tienen extensiones más grandes, donde la eficiencia es cada vez mayor”, consignó Hernández.
El caso del arroz – Hernández dijo que el arroz lideró el crecimiento del rubro agrícola a partir de la mejora en la eficiencia. “El sector arrocero se ha encargado de cuidar el uso del suelo como una ley madre y uno de los resultados es el aumento de la productividad en términos de kilos de arroz por hectárea”. El rendimiento de esta última cosecha fue de 8.400 kilos por hectárea, mientras que hace diez años fue de 5.905 kilos por hectárea.
“Uruguay tiene hoy el primer o segundo lugar del mundo, en términos de rendimiento de arroz por hectárea”, confirmó Hernández. La superficie cultivada con arroz en 2002/2003 fue de 186 mil hectáreas, mientras que en 2011/12 se informó de una intención de 172 mil hectáreas, según consta en la web de la Asociación de Cultivadores del Uruguay.
De presidencia.com
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