La Dinamige estima que las solicitudes de prospección minera no superan las 40.000 hectáreas y, sin embargo, generaría empleos e ingresos importantes, dijo el Presidente José Mujica, tras rechazar “conclusiones apocalípticas” sobre el fin de la producción agropecuaria y el “país natural”. Agregó que se deben analizar “datos de la realidad y no de la imaginación” e instó a discutir “por la positiva» y no multiplicar obstáculos. En su audición semanal por radio M24, el mandatario se refirió una vez más a la actividad minera e insistió en el impacto que ocasionará en el territorio, el ambiente, el empleo y los ingresos para el país.
A modo de preámbulo, señaló que, pese a todas las dificultades, nuestra sociedad progresó mucho en ocupación, trabajo, realizaciones nacionales, cifras globales de exportaciones y capacidad de consumo. De todas formas los uruguayos “quieren más”; “están mejor que antes, pero no les alcanza”, dijo. Se trata de un afán legítimo de progreso, reconoció.
Pero advirtió que, al momento de generar los ingresos que reclaman, se “paralizan” ante la explotación de nuevas variables que puedan contribuir a diversificar el camino de los ingresos y el trabajo del país. Añadió que a veces “asumimos actitudes en nombre de causas justas, pero nos cerramos a cualquier racionalidad y establecemos un preconcepto dogmático”. “En lugar de discutir lo positivo, solo multiplicamos obstáculos”, cuestionó.
“Por ahí hay gente que piensa que, por un poco de actividad minera, se termina la agropecuaria o se acaban las condiciones naturales, se contamina el país o dejamos de ser un país natural, que todos los males se nos vienen encima, como en la época en que comenzó a desarrollarse la forestación”, recordó el Presidente.
Superficie involucrada – En este contexto y según los datos aportados a Mujica por la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige), dependiente del Ministerio de Industria, el área de prospección autorizada hasta ahora en el país es de tres millones de hectáreas, que equivalen a 17 % de la superficie total del país.
Sin embargo, los permisos concretos que se otorgaron para explorar minerales metálicos y otros elementos extractivos, como piedras calizas y petróleo, representan apenas 0,20 % del territorio nacional, que equivale a menos de 35.000 hectáreas.
Mujica indicó que la concesión para actividades mineras es muchísimo menor aun. La Dinamige calcula que pueden esperarse solicitudes de concesión de explotación de materiales metálicos para alrededor de 25.000 hectáreas y para las otras actividades mineras unas 15.000, es decir que podría llegarse, algún día, a las 40.000 hectáreas. “Se trata de una proyección ponderada desde el punto de vista científico”, aclaró.
“No se pueden sacar conclusiones apocalípticas, diciendo que desaparecerá la ganadería, la agricultura y la forestación, que se entierra el país natural y que el medio ambiente tendrá una afectación insuperable. Estos son datos de la realidad, no de la imaginación”, insistió.
Empleo – En cuanto al proyecto de Valentines, el Presidente Mujica recordó que se trata de 15.000 hectáreas en concesión, pero que la superficie real donde se trabajará es mucho menor.
Aseguró que se hacen públicas “conclusiones inexactas”, aunque comprende que en muchos casos surgen de una preocupación natural y correcta. De todas formas se suele caer en una especie de “intocabilidad sagrada” en cuanto al uso de los recursos, abundó.
En lo que respecta a los ingresos que el proyecto minero de Valentines puede generar, Mujica dijo que el trabajo de unas 1.500 personas durante 15 años representaría ingresos salariales por unos 40 millones de dólares anuales (empleos directos), en una zona postergada del país en materia de trabajo. A esto habría que sumar el valor del empleo indirecto.
Emisión de gases y agua – Mucho se habló también sobre los gases contaminantes, como el dióxido de carbono, que emite la actividad minera y, sin embargo, los técnicos llegaron a la conclusión de que son equivalentes a los que generan unas 120.000 vacas de los 13 millones que componen el rodeo uruguayo. “A nadie se le ocurre que, por seguir la huella de carbono, no tengamos ganado”, sentenció.
“Nos espantamos del agua dulce que requerirá, y en realidad equivale a la que utiliza cualquier arrocera que planta 1.500 hectáreas de arroz en el país. Es agua que no se extrae de las profundidades de la tierra, sino de la lluvia y que se guarda en depósitos”, dijo. Mujica entiende que estas “visiones apocalípticas” tienen un origen positivo, porque “no se puede dejar que la minería haga lo que se le antoja”, reconoció. De todas formas recordó que el país tomó todas las prevenciones, aprobó una ley y recogió la buena experiencia mundial al respecto.
Es necesario “bajar a tierra la discusión”, aprovechar las oportunidades y sumar recursos para el futuro, puntualizó.
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