En el seminario de presentación de resultados de estudios sobre cambio climático, el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, dijo que Uruguay tiene una excelente oportunidad de generar una lógica de ganar-ganar. «Si se es más productivo por unidad de superficie, se emiten menos gases de efecto invernadero por unidad producto». «Producir más, no solo significa ser más competitivo, sino ser ambientalmente responsables», dijo.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, sintetizó los resultados de estudios realizados por la secretaría que dirige en coordinación con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre la capacidad de adaptación del sistema productivo nacional al cambio climático y con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Facultad de Agronomía (FAGRO) y el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) sobre las consecuencias que la producción nacional genera en el medio ambiente.
Aguerre aseguró que la adaptación a la variabilidad climática para un país en que un 78 % de las exportaciones provienen de la exportación agropecuaria y agroindustrial es fundamental para la economía.
Según puntualizó, el 77 % de las emisiones de efecto invernadero en el mundo tiene relación con la generación de energía eléctrica, con la calefacción y con el transporte, mientras que tan solo el 5 % se origina por lo que emiten todas las vacas del planeta.
«La mayor parte de la emisión de los gases del efecto invernadero en Uruguay proviene de la producción agropecuaria, por lo que la estrategia debe ser reducir las emisiones por unidad producto», explicó el ministro. A su vez, enfatizó que hace siete años en Uruguay se producían alimentos para siete millones de personas y hoy se abastece a treinta millones de personas.
«Uruguay tiene una excelente oportunidad de buscar una lógica de ganar -ganar, es decir si somos más productivos por unidades superficie, emitimos menos gases de efecto invernadero por unidad producto. Producir más significa no solo ser más competitivo sino ser ambientalmente más responsable», agregó.
Resultados de los estudios sobre cambio climático – El director de la Unidad de Cambio Climático del MGAP, Walter Oyhantçabal, explicó que los estudios recientes tuvieron como objetivo generar insumos para definir políticas de adaptación a la variabilidad y al cambio climático.
Entre los temas incluidos los análisis trataron sobre exposición climática del Uruguay, variación en el tiempo, aumento o disminución de eventos extremos, expectativas, sensibilidad de los sistemas agropecuarios y capacidad de adaptación frente a la variabilidad climática.
Agregó además que este proyecto logró una mejor comprensión del comportamiento de la variabilidad climática, de los impactos que tiene en los predios y cómo los productores agropecuarios pueden ser menos vulnerables y recuperarse más rápido de las consecuencias de los eventos climáticos extremos.
Con respecto al “estudio de huella de carbono en carne vacuna, lácteos y arroz”, sostuvo que en ámbitos internacionales se recomienda que los productos se etiqueten por huella de carbono, es decir, que el consumidor conozca cuántos gases de invernadero se emitieron para que ese producto sea comercializado.
Según Oyhantçabal, esto puede ser una barrera para el comercio internacional o transformarse en una oportunidad para la diferenciación de los productos, según la “huella sea baja”.
También recordó que en Uruguay no existía un estudio nacional que permitiera entender — para nuestras tres grandes cadenas: carne vacuna, lácteos y arroz— cuáles son las emisiones en cada etapa del proceso (transporte, campo, industria, comercialización) y la emisiones totales.
Explicó que era necesario conocer las oportunidades que existen para reducir esa huella.
Con este estudio, se concluye en que la mayoría de las emisiones se ocasionan en la fase primaria del proceso (en los predios) y que existen alternativas tecnológicas que nos permiten reducir esa huella, aumentando la productividad y la eficiencia de los procesos productivos.
Cambio climático en el Uruguay – Para Oyhantçabal, la adaptación al cambio climático es fundamental ya que hay una gran dependencia con el sector agropecuario. El aumento de la variabilidad compromete la productividad, aumenta los riesgos y necesita de estrategias para lograr los mejores resultados.
El ministerio está trabajando con los productores familiares, promoviendo el desarrollo de estrategias que les permitan adaptarse a las variabilidades del cambio climático.
“Es un trabajo interinstitucional, interdisciplinario, que se realiza junto con los productores y que necesita tiempo. El objetivo es tratar de estar cada año mejor que el anterior”, concluyó.
Sé el primero en comentar