El Ministerio de Ganadería distinguió al Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas de Uruguay por lograr la distinción internacional “Innovagro 2015″. La agrupación es conformada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el sector privado. “Es innovación científica instaurada en ovinos de raza Merino Australiano que refuerza la competitividad y aumenta rentabilidad”, dijo el director Fabio Montossi.
En un acto realizado este miércoles en la sede central del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), en el que su subsecretario, Enzo Benech, estuvo presente, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) distinguió al Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (CRILU) por haber obtenido el Premio “Innovagro 2015”.
El premio consiste en una estatuilla que será entregada durante el seminario internacional Red Innovagro, el martes 1º de setiembre en Santiago de Chile.
En el acto protocolar, el director general del INIA, Fabio Montossi, remarcó que es una distinción internacional otorgada por 76 miembros de 13 países y que el consorcio uruguayo compitió con más de 70 organizaciones de 10 países latinoamericanos.
Detalló la importancia de la investigación científica que impulsa el INIA junto a productores privados para garantizar el posicionamiento de Uruguay en la producción ovina de forma de colocar en el mercado internacional productos derivados —de la lana— que se diferencien de sus competidores.
Explicó que las acciones de investigación y transferencia de tecnología consideran el mejoramiento genético, reproducción, nutrición, sanidad animal, acondicionamiento de lanas, manejo, bienestar animal, procesamiento y evaluación industrial, generación de productos de vestimenta.
“El consumidor al que se apuesta se encuentra dispuesto a pagar más por la forma de producción que respete el bienestar animal, el cuidado medioambiental y la biodiversidad”, acentúo Montossi y acotó que siempre se paga mejor por una lana más fina que por aquella que sea media o gruesa.
“La lana de 15 o 16 micras no es un producto que pierda valor, pasa que a veces puede valer más o menos, como tampoco va en desmedro de tener animales más grandes. Se puede ir en un plan de mejora genética acompasado con una buena carne de animales que pesan entre 65 y 70 kilos”, expresó.
El CRILU es una alianza público-privada sin fines de lucro creada en el año 2010 y conformada por 42 productores ganaderos, organizaciones rurales e INIA. El principal objetivo es coordinar y complementar capacidades entre productores y representantes de la industria textil-lanera y de organizaciones científicos-tecnológicas para promover el desarrollo sostenible de la producción, industrialización y comercialización de lanas ultrafinas uruguayas.
Los 42 productores que la integran tienen sus predios en la zona de basalto del territorio nacional, que abarcan más de 120.000 hectáreas —algunos tienen 200 y otras más 3.000—y agrupan 180.000 lanares entre productores que tienen desde 800 hasta más de 10.000 ovinos.
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