El 2016 fue un año “muy intenso” afirmó el director de la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR), José Olascoaga, a Campo Abierto. El jerarca informó que se realizaron “varios llamados a organizaciones y grupos de productores, algunos de ellos más específicos en la adopción de tecnologías para la producción y para la inserción en las cadenas, otros más vinculados a los procesos con las organizaciones”. La DGDR también apunto al apoyo “con proyectos a grupos de mujeres rurales y grupos de jóvenes, en una tarea que siempre se está tratando de no hacerlo en forma aislada sino en conjunto con las organizaciones, los organismos públicos, tratando de juntar esfuerzos”.
Referente a la importancia que tienen las Mesas de Desarrollo Rural en el trabajo con los grupos rurales, Olascoaga subrayó que se trata de “un factor clave en nuestras políticas que apuntan al trabajo directo con las organizaciones de productores, a la participación de la gente, a una participación democrática, una participación en la cual el gobierno se acerca a la gente, y las Mesas son un ejemplo de eso”.
En cuanto a las Mesas que funcionan en el departamento de Tacuarembó, consideró que “tienen una rica historia con cinco Mesas de Desarrollo Rural, que funcionan, hay un equipo técnico desde el Ministerio, desde lo que fue la Dirección Departamental y de la Dirección de Desarrollo Rural, un trabajo fuerte en ese sentido y que ahora vemos de buena manera que también se suma a este esfuerzo la Intendencia Departamental porque para nosotros es un actor clave y que en algún momento estuvo alejado de este proceso en el caso de Tacuarembó y hoy vemos que se acerca y se puede trabajar de buena manera – más allá de la diferencias partidarias que podemos tener – creo que tenemos una serie de objetivos comunes que es trabajar por el bien de la gente y que lo podemos hacer en forma articulada.
Las Mesas de Desarrollo Rural de Tacuarembó son un buen ejemplo de que se pueden hacer las cosas y que a través de las mismas las organizaciones de productores pueden tener un espacio de diálogo, de interacción y también de construir las respuestas”.
Para el año que comienza el director de la Dirección General de Desarrollo Rural anunció que “se empezará a ejecutar en Caraguatá un nuevo proyecto que lo gestiona la Dirección de Desarrollo Rural con financiamiento del Fondo Internacional para el Desarrollo Agropecuario (FIDA) que es un proyecto piloto que se llama de Inclusión Rural y que apunta a trabajar con los sectores más pobres de la sociedad rural a nivel de productores ganaderos familiares en general, trabajadores rurales y comunidades rurales. Nosotros elegimos algunas zonas del país para aplicar este proyecto y la zona de Caraguatá es una de las seleccionadas”.
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