La Dirección General de Servicios Ganaderos expuso los detalles sobre el seguimiento de normas de alta bioseguridad y vigilancia para las enfermedades animales y el procedimiento para habilitación, registro y funcionamiento de establecimientos bovinos para genética de alta calidad (centros de toros). Estas se basan en el Código Terrestre de la OIE que ofrece múltiples opciones en la selección de medidas sanitarias. La finalidad es facilitar los intercambios comerciales a nivel mundial.
La información se brindó en una charla en el stand del MGAP en la Expo Prado. La exposición estuvo a cargo de la Asesora Técnica, Dra. Patricia Lagarmilla y el Director de DGSG, Dr. Eduardo Barre. Participaron el Ministro del MGAP, Ing. Agr. Tabaré Aguerre, el Subsecretario, Ing. Agr. Enzo Benech y el Dr. Jorge Bonino en representación de la Asociación Rural del Uruguay.
Asimismo, se informó sobre el Centro Piloto de Alta Bioseguridad para Genética de Rumiantes. Se trata de un emprendimiento público-privado (MGAP- Sociedad de Criadores de Hereford) ubicado en San José.
Antecedentes – El Uruguay, desde 2003, es reconocido por la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) con el estatus oficial de país libre de fiebre aftosa donde se practica la vacunación.
Para sustentar el estatus sanitario la Dirección General de Servicios Ganaderos (DGSG) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), como Autoridad Veterinaria competente debe demostrar anualmente la ausencia de virus y de circulación viral en toda la ganadería nacional.
No obstante estar libres de la enfermedad y con ausencia de circulación del virus de la fiebre aftosa, el estatus de un país que aplica vacunación supone ciertas limitaciones al comercio.
Prueba de ello, son las varias solicitudes de criadores de otros países de poder contar con la alta calidad de la genética bovina del Uruguay.
Sin embargo ningún intercambio se pudo concretar hasta la fecha dado que la legislación que ampara a los países que no vacunan contra fiebre aftosa no admiten fácilmente la importación de material genético de países que vacunan.
Por esta razón y con la experiencia del compartimiento ovino, lanzado hace tres años a través de una iniciativa de asociación público-privada, en 2015 Uruguay comenzó a desarrollarse la idea de aplicar la figura de la compartimentación del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE con el fin de separar a una subpoblación de bovinos de genética de alta calidad del resto de la población de bovinos vacunados.
Esto facilitaría el comercio y podría significar una herramienta a aplicar en material genético y en otras modalidades con destino a países reconocidos libres de fiebre aftosa en los que no se practica la vacunación.
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