El Instituto Nacional de Colonización (INC) abrió 19 llamados por un total 3.149 hectáreas en Artigas, Paysandú, Maldonado, Lavalleja, Canelones, San José, Treinta y Tres y Cerro Largo. El ente invierte por año entre 24 y 30 millones de dólares para adquirir campos y otorgarlos en arrendamiento a asalariados rurales y productores familiares.
En cada llamado a interesados en el arrendamiento de las fracciones, la prioridad para el ingreso es para las familias integradas por personas jóvenes y con niños en edad escolar, así como para los grupos organizados de pequeños productores que ya estén realizando explotaciones asociativas de la tierra. En estos 19 llamados abiertos por 3.149 hectáreas, 2.600 serán destinadas a ganadería, 413 a lechería y 136 a producción de granja.
“Las personas que se postulen a esas tierras tienen que residir y trabajar en esas fracciones”, determinó la presidenta de Colonización, Jacqueline Gómez, en entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional, quien recordó que hay otros 43 llamados que están en proceso de selección.
“Esto demuestra el avance del instituto en dar oportunidades a productores familiares y asalariados rurales para acceder a tierras del Estado, que, sin duda, transforman sus proyectos de vida, a través de llamados abiertos y procesos transparentes con metodología definida para tener equidad”, valoró Gómez.
La entrevistada detalló que existe una importante demanda de tierras y que año a año se dispone de hasta 13.000 hectáreas en llamados y se llega a cubrir un 26 % de las demandas en producciones familiares y un 30 % en emprendimientos grupales.
“Por año invertimos entre 24 y 30 millones de dólares para comprar tierra. También supervisamos que los usuarios sean los que realmente merecen una política pública subsidiada y apoyo subsidiado. En los casos en los que no corresponde, lo que hacemos es tomar las medidas pertinentes para que entreguen las tierras al Estado y den oportunidad a una familia que realmente tenga que ser beneficiaria”, subrayó.
Colonización gestiona unas 600.000 hectáreas, de las cuales 120.000 se incorporaron a la cartera de tierras del instituto desde 2005, el año que cambió la política de distribución de tierras y la dirigió hacia la producción familiar. Desde entonces, más de 3.000 familias arriendan predios del ente con una renta subsidiada.
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