Se estima que la producción de trigo en esta zafra será un 65 % superior a la de 2017, con un récord histórico de rendimiento medio de 3.667 kilogramos por hectárea sembrada, mientras que para la cebada se calcula 3.813 kilogramos, promedio muy cercano al máximo nacional. En tanto, la intención de siembra de cultivos de verano para la zafra 2018-2019 es de 1,1 millones de hectáreas, extensión similar a la de la anterior.
La superficie total sembrada con cultivos de invierno fue estimada en 446.700 hectáreas, casi un 7 % más que en la campaña anterior, cuando se registraron 419.000 de cultivos para grano seco, según datos aportados por la Encuesta Agrícola Primavera 2018, que realizó entre noviembre y diciembre la Oficina de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería.
El informe puntualiza que la superficie sembrada con trigo fue estimada en 198.400 hectáreas, casi 3 un % más que el año anterior, la cual tendrá una producción total prevista de 727.600 toneladas, un 65 % más que en 2017.
Por su parte, la cebada sembrada ocupa hoy 167.300 hectáreas, casi un 10 % más que en la zafra anterior, con un rendimiento promedio de 3.813 kilogramos por hectárea, próximo al récord histórico para ese cultivo, de 3.840 kilogramos por hectárea, registrado en la temporada 2015-2016.
La superficie de avena para grano seco se calcula en 26.000 hectáreas, un 30 % más que en 2017, con un rendimiento medio de 2.026 kilogramos por hectárea.
El área sembrada entre las oleaginosas colza y carinata (Brassica carinata) alcanzó las 55.100 hectáreas, casi un 4 % más que en la zafra anterior, y su rendimiento se estima en 1.646 kilogramos por hectárea.
Cultivo de verano
La intención de siembra de cultivos de verano para la zafra 2018-2019 fue estimada en poco más de 1,1 millones de hectáreas, extensión similar a la registrada en la zafra anterior. Hasta diciembre se llevaban sembradas unas 800.000 hectáreas, equivalentes al 70 % de la intención de siembra total.
Para la soja, principal cultivo en la actualidad en Uruguay, el área sembrada en la primavera pasada fue de 989.000 hectáreas, un 10 % menos que en 2017.
La intención de siembra de maíz para grano seco se estimó en 108.000 hectáreas, un 52 % por encima del registrado en la zafra anterior. El 76 % de la superficie ya había sido sembrada, y quedan pendientes 15.000 hectáreas en el caso de maíz de primera y 20.000 en el de segunda.
En tanto, el área de sorgo con destino a grano seco se estimó en 43.000 hectáreas, un 48 % más que en la campaña anterior.
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