BALANCE NEGATIVO PARA LA SITUACIÓN NACIONAL

Según encuesta de Equipos Consultores.

MONTEVIDEO (Uypress)- Equipos Consultores presentó, el miércoles 28, en Subrayado (Canal 10) la última encuesta de mayo sobre qué visión tienen los uruguayos de la situación económica actual del país, la que muestra un balance negativo: 19% la califica como “buena” o “muy buena”, y 40% como “mala” o “muy mala”. El resto mantiene juicios intermedios.

En cambio, cuando se pregunta sobre la perspectiva futura, las opiniones son algo más optimistas y muestran una estructura dividida casi en tercios: 34% afirma que será «mejor» o «mucho mejor», 30% que será «peor» o «mucho peor» y el resto no cree que haya cambios significativos o no opina.

En el balance, el Índice de Confianza en la Economía (ICE), que combina ambas dimensiones, se ubica en -10 (en una escala teórica que va de -100 a + 100), es decir, por debajo de la zona de neutralidad y con un sesgo moderadamente negativo.

La comparación histórica: Un 2002 «de terror»

Hace exactamente dos décadas, Uruguay vivía su peor momento de confianza económica. En medio de una crisis significativa, que desembocaría semanas después en una crisis bancaria, en junio de 2002 casi no había uruguayos que percibían la situación económica del país favorablemente (apenas 1%) y, en cambio, casi ocho de cada diez (79%) la calificaba como «mala» o «muy mala».

Pero, quizá peor aún, la amplia mayoría de la población (55%) pensaba que dentro de un año la situación sería peor que la actual, y apenas 13% era optimista respecto a que las cosas mejorarían. El ICE se ubicaba en -54, uno de los registros más bajos de la historia (llegó a -60 dos meses después, en agosto, que fue el pico mínimo), en un guarismo que a nadie le gustaría volver a ver.

El clima negativo de opinión era muy marcado.

Un decenio de optimismo: 2007 y 2012.

La recuperación de la crisis, el inicio del ciclo creciente de la economía, y la legitimidad política de los primeros dos gobiernos del Frente Amplio y de sus presidentes, generaron un quiebre en el humor económico, que fue mejorando gradual y sostenidamente. Cinco años después de la mencionada encuesta de 2002, en junio de 2007, durante la primera presidencia de Tabaré Vázquez, los uruguayos todavía percibían una situación económica actual del país con sesgo algo negativo (19% la percibía «buena» o «muy buena» y 29% «mala» o «muy mala»), pero la confianza en el futuro se había incrementado significativamente (37% era optimista respecto a que las cosas mejorarían y 19% pesimista).

El ICE había asumido ya un saldo positivo de +7, e incluso había estado un poco más alto previamente. La implementación de la Reforma Tributaria en ese período había disminuido temporalmente los niveles de optimismo.

Cinco años después, en junio de 2012 (a 10 años de la crisis), en pleno gobierno de José Mujica, el humor económico era aún más optimista, pero con un componente diferente al del período anterior. Las percepciones sobre la situación actual eran muy positivas (39% la calificaba «buena» o «muy buena», y 19% como «mala» o «muy mala») pero, en cambio, había disminuido un poco la confianza en el futuro (si bien continuaba teniendo saldo positivo). En el balance, el ICE era más alto que en el período anterior, y marcaba en ese momento +17, un registro muy alto, ya que pocas veces este indicador ha superado los 20 puntos positivos.

El humor económico durante estos momentos de las primeras dos administraciones del Frente Amplio entonces, se mantenían positivos, pero con sesgos distintos: en el primer gobierno de Tabaré Vázquez basados más en el optimismo futuro que en la percepción actual, mientras que en el gobierno de José Mujica ocurría lo contrario.

Hace 5 años: El retorno al pesimismo

Al inicio del segundo gobierno de Vázquez en una economía que mostraba síntomas de estancamiento, el cambio en el humor económico no se hizo esperar demasiado, pero en este caso no fue gradual sino abrupto: en 2015, los juicios de los uruguayos sobre la situación económica del país cambiaron de signo. En junio de 2017, hace exactamente 5 años, las percepciones sobre la realidad económica actual eran negativas (algo más negativas que en la actualidad): 16% la calificaba como «buena» o «muy buena» y 44% como «mala» o «muy mala».

Y, adicionalmente, los juicios y expectativas sobre el futuro también tenían saldo negativo: 20% confiaban que en un año la situación mejoraría, y 34% que la cosa iría a peor. El ICE registraba un -19, por supuesto muy lejos de los peores registros de la crisis de 2002, pero también significativamente por debajo de los mejores registros de la década anterior.

La pandemia y después

La confianza económica en este período de gobierno estuvo fuertemente impactada por la irrupción de la pandemia. En marzo de 2020 las expectativas tuvieron un fuerte shock negativo, pero se fueron recuperando gradualmente, sobre todo basadas en la expectativa futura. Incluso durante los momentos más difíciles de la pandemia, la confianza en que la situación económica mejoraría al año siguiente se mantuvo elevada. A comienzos de este año se produjo, sin embargo, una variación negativa, relacionada con la situación inflacionaria del país. Entre marzo y abril los juicios actuales y la expectativa futura disminuyeron respecto a los meses previos, y asumieron el sesgo negativo actual que se mantiene en mayo (ICE -10).

En perspectiva histórica, los juicios actuales están lejos de los juicios negativos de la crisis de 2002, están lejos también de los momentos más optimistas de 2017 y 2012, y se encuentran algo por encima de los que había hace cinco años.

Las percepciones ideologizadas

Los juicios sobre cómo funciona la economía del país están condicionados por las orientaciones ideológicas de las personas. Entre las personas que hoy se identifican como de «izquierda» o «centro izquierda» los juicios son muy críticos: 3% califica la situación actual como positiva y 63% como negativa. Entre los de «derecha» y «centro derecha» el balance es inverso: 37% a 24%, mientras que entre los de «centro» las percepciones son de balance negativo, pero menos intensas que entre los de izquierda.

Este sesgo en las percepciones es habitual en Uruguay. Hace 5 años, cuando gobernaba el Frente Amplio, era exactamente opuesto, incluso con porcentajes muy parecidos a los actuales.

La conclusión es clara: no existe una única realidad sino múltiples formas de percibirla. Y en esto, las identidades ideológicas juegan un rol importante. Las convicciones ideológicas de los individuos afectan significativamente la forma en que perciben la realidad.

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Ficha técnica:

Informe  elaborado sobre la base una encuesta realizada por Equipos Consultores entre el 10 y el 27 de mayo de 2022 a partir de una encuesta cara a cara. Se entrevistaron 700 personas mayores de 18 años y más, residentes en localidades mayores a 2.000 habitantes en todo el territorio nacional.

El máximo margen de error esperado para una muestra probabilística de 700 casos es de ± 3,7% considerando un intervalo de confianza del 95%, y para p=q=0,5. Los resultados fueron ajustados según voto anterior, región, nivel educativo, edad, sexo y condición de ocupación de los encuestados.

La encuesta regular de Equipos Consultores es financiada por múltiples clientes: medios de comunicación, organizaciones sociales, empresas privadas, organismos internacionales y partidos políticos, entre otros.

Preguntas aplicadas:

¿Cómo calificaría en general la actual situación económica del país? (1. Muy buena 2. Buena 3. Ni buena ni mala 4. Mala 5. Muy mala 6. No sabe/ No contesta).

¿Y cómo cree que será la situación económica del país dentro de un año? (1. Mucho mejor 2. Mejor 3. Igual 4. Peor 5. Mucho peor 6. No sabe/ No contesta).

  • UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias

 

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