A LA PATAGONIA / Por Margarita da Silveira

Entre tanta soledad, hay un lugar que me llena de alegría, me da paz, calma todos los días y esperanza al alma mía.

Esta tierra en donde me está viendo crecer, me dio trabajo, placer un hermoso atardecer.

Me enamoré de su sol, de su luna, de su cielo eterno, de esa tierra árida, sus historias, leyendas y de la hermosa cordillera.

Hoy ando por este confín del mundo, recorriendo estancias, el color del pasto, las plantas al ras del suelo, árboles sacudidos por el viento, hermosos lagos sud cordilleranos, así es esta inmensa Patagonia.

Soy un viajero y andaré por mucho tiempo por esta meseta, que solo muestra tierra y cielo.

Usted no le diga nada a la Patagonia, deje que esta, de alguna manera, le hable.

Sus paisanos, sus ancestros, sus ganas de gritar fuerte que acá está ella; infinita y enorme, con sus vientos fuertes… así es ella y me llena de paz y armonía.

– Del libro “Quien lo diría, los débiles de veras, nunca se rinden”

-La autora nació en Tacuarembó el 21 de diciembre de 1991. Actualmente reside en Calafate, Argentina.

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