El camino y la llegada al poder, la forma de vivirlo y ejercerlo, los conflictos con su liturgia y protocolo, el encuentro con figuras como Obama, Fidel Castro, Putin, Chávez o Cristina Fernández de Kirchner, la soledad de sentirse a veces en un mundo ajeno. Todo contado a los autores por su protagonista, Pepe Mujica, y por muchos testigos. Un relato con un ritmo vertiginoso que atrapa desde la primera hasta la última página, producto de más de cien horas de conversaciones hogareñas e institucionales, políticas e íntimas, personales y telefónicas. Todas ellas mantenidas entre el despacho presidencial y la mitad del campo, en escenarios tan disímiles como la Casa Blanca, el Vaticano, la chacra de Mujica en las afueras de Montevideo o una pequeña casa reciclada, en la que ninguna tertulia terminó antes de la madrugada. Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, después de veinte años de contacto ininterrumpido con Mujica, muestran al hombre detrás del personaje, el que confiesa haberse sentido siempre una «oveja negra».
– Los autores señalaron que el libro está sustentado en la relación profesional que tienen hace muchos años con el exmandatario. Está concentrado en los cinco años de gobierno y cuenta con con un trabajo constante de ambos (más de cien horas de conversación directa se suman a la cobertura semanal para Búsqueda). El objetivo -a diferencia del libro publicado por Sergio Israel en 2014 Pepe Mujica, el presidente. Una investigación no autorizada que es una evaluación de gestión- es contar “la cocina” de los asuntos. A pesar de que Mujica estuvo enterado desde el primer día de las intenciones de Danza y Tulbovitz, no se trata de una biografía oficial. El ahora senador no realizó una “lectura previa detallada” y no es el único consultado.
En la publicación, Mujica lanza dardos hacia afuera del Frente Amplio pero también hacia adentro. Critica a Constanza Moreira y Alberto Couriel por no haber aportado dinero al Fondo Raúl Sendic. “Constanza no puso un peso. Me dicen que es de izquierda, pero su corazón es más capitalista que la puta madre. Salió senadora de garrón, igual que Couriel”, dice y agrega que los dos “se llevan todo de arriba”: “¿De qué izquierda nueva me hablás? Todo mentira”. También se refiere a Danilo Astori y Tabaré Vázquez, a quienes critica pero también destaca. De Astori, por ejemplo, dice que le hubiera gustado que fuera presidente, aunque subraya que le falta sex appeal (carisma).
Para los autores, Mujica “es un liberal en serio respecto a los medios” ya que está a favor de que cada cuál diga lo que quiera, aunque después discuta. Es un político de raza que “sabe jugar el juego” aunque tiene una particularidad que él mismo reconoce: es uno de los pocos políticos que dice las cosas de frente. “Es un tipo auténtico y esas tertulias son muy disfrutables. Es muy interesante para conversar”, reconocieron y señalaron que una de sus grandes virtudes es el tener marcha atrás. Desdecirse y reconocer que se equivocó.
Danza y Tulbovitz también se refirieron a la admiración mutua que el expresidente mantiene con su esposa, Lucía Topolansky, y cómo el no ser padres ni abuelos los diferencia de los otros políticos. “A veces querían hacer reuniones a las ocho de la mañana, hora en la que se llevan los hijos a la escuela”, recordaron a modo de ejemplo. Viven para la política. Su vida es la militancia, las 24 horas, los 7 días de la semana.
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