Como pudiste escribir tanta belleza,
tanta historia en un papel, tanta pureza.
Y como pudiste andar entre la gente
con toda esa riqueza, humildemente.
Y era Tomás el día,
y era Tomás el sol,
abrazado a sus libros,
dialogando con Dios.
Se dejó convencer,
preparó su equipaje,
y fue un libro tal vez
compañero de viaje.
Y la mejor historia quedó inconclusa,
liberadas palomas, vuelan las musas.
Y eso que caminabas tan suavecito,
por no herir las veredas, ¡qué Tomasito!
Letra y música: CARLOS NIEVES
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