¿Qué puedo decirte yo
desde esta vera del mundo’
La ceremonia acabó.
Te enterraron -dudaba cabe-.
No volaste como un ave o arcángel en rebeldía.
Alguien clausuró tu día.
No conozco quien lo sabe.
Pero tengo tus canciones,
tu prosa de fina plata.
Alguna imagen retrata
tu belleza sefardí.
Pero tu mirada. ¿Di,
sabía lo que ocultaba
“Espacio Vital”. La aldaba
de los portones del gueto.
Una estrella el amuleto
sellando a quien se mataba…
Viejo Darno compañero:
bienvenido el homenaje.
Ya que te fuiste de viaje
y no sabemos adónde;
que estación final esconde
tu caminar por “Sansueña”;
con tu viejo sobretodo,
con tus botines de lodo,
y una canción que te sueña…
(Washington Benavides el 5 de marzo del 2017, en Montevideo).
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