Por recuperar los colores de la realidad
hubo de meterse en un pliegue de ella
y desandar andenes,
deshojando decisiones.
Por recuperar la realidad
hubo de crear pliegues de ella para que fueran sucedáneos paralelos
hubo de detener emociones
y entregar sueños,
renunciar a futuros,
a presencias y ausencias.
Hubo de renunciar a balances
y aceptar naufragios sin islas de salvataje;
aceptar los caprichos del olvido,
retroceder mojones,
crear memorias alternativas
y ceder en masa todas sus certidumbres.
Para recuperar los colores de la realidad
tuvo que regresar a aquel aeropuerto
y desenredarlos
de su pelo rojo,
su cintura bordó
y la comisura ladrona
de sus labios carmín…
Juan Manuel Luque
Tochal, Irán (abril del 17)
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