W. Benavides “Yo creo en este libro como poesía” – Hace 57 años un joven poeta tacuaremboense publicaba un libro de poesía, en la obra “resolvió registrar en sus poemas los integrantes de las ‘fuerzas vivas’ de su ciudad, sus seguidores y sus víctimas”. El propio autor Washington Benavides, comenta en la edición 2011 de Editorial Yaugurú, que ante la primera edición de 1955, “la reacción pueblerina de los grupos afines al gobierno y a la derecha de la iglesia pre-conciliar, rápidamente se organizaron (o los organizaron) reclutando jóvenes que se autodefinieron en una Agrupación ‘Movimiento Acción Democrática’ que publicó en el diario de mayor tiraje de la ciudad un Manifiesto ‘anti sovietista’ y organizó, en la plaza principal un acto de desagravio, donde se cantó el Himno, se leyó otra proclama y se quemó, en una pira, todos los ejemplares del Tata Vizcacha que se recogieron en las cuatro librerías de la ciudad: Ese acto insólito: a las cuatro de la tarde frente a la Intendencia, a media cuadra de la Jefatura, y a pocos pasos de la Catedral, no provocó ninguna averiguación policial o municipal. Nadie levantó la voz ni hizo escuchar su protesta.”
20 de abril de 2012 / Plaza “19 de Abril / Casa de la Universidad – Cincuenta y siete años después de la quema de la primera edición del Tata Vizcacha, la Casa de la Universidad en Tacuarembó, la Cátedra Washington Benavides, la Editorial Yaugurú y el semanario Acción Informativa bajo la coordinación del también escritor Agamenón Castrillón resolvieron homenajear a la obra incendiada y a su autor, los actos tuvieron gran cobertura periodística departamental y nacional, y los portales informativos se hicieron eco del acontecimiento inusual, “solo en Tacuarembó pasa esto” dijeron algunas voces. Todo comenzó a las 20 horas en la propia Plaza 19 Abril, donde el poeta Benavides recibió y saludó a más de un centenar personas y en el propio lugar dejó “un ramo de jazmín del país” regalado por una vecina.
Luego el poeta y la gente se trasladaron a la Casa de la Universidad, allí en el salón mayor, Washington Benavides, dijo que lo que se estaba desarrollando, se trataba que “la intención es poner en orden el fiel de la balanza de la justicia” citando el aforismo de Voltaire “que decía que él estaba dispuesto dar la vida, para los que no estuvieran con él, pudieran manifestarse, ustedes comprendan que lo que pasó en esa malhadada tarde del 55, fue todo lo contrario, porque no es que uno pensara que todos iban a estar de acuerdo con el libro, pero una cosa es discutir un libro, criticar un libro, rechazar un libro por lo que contiene, pero no transformarlo en un acto de fe”. Subrayó con textuales palabras “pero hay otro detalle que a mi me interesa y mucho: yo creo en este libro; pero creo en este libro como poesía”. Finalmente expresó aquel viejo profesor de literatura del Liceo Departamental de Tacuarembó que “más allá que desde el punto de vista dialéctico, ese jovencito que empezó a escribir el Tata Vizcacha cuando tenía 22 años, era un adolescente que le dolía, como dijo Unamuno que le dolía España, a mi me dolía Tacuarembó. (…) Por un lado entonces es por defensa de la poesía y de la antipoesía es que yo pensé reeditar, porque no es solamente por nivelar el fiel de la balanza, sino también por una justicia poética”.
Por su parte Agamenón Castrillón haciendo uso de la palabra resaltó lo “vivido recientemente en la Plaza” y recordó que “cuando se resolvió reeditar el Tata Vizcacha” se tuvo en cuenta todo lo que rodeó a este libro como “la quema del libro y lo demás porque es un evento importante desde el punto de vista poético histórico” y agregó “que hoy la concepción de la cultura, esa cultura de show, y que va en perjuicio de los contenidos de la literatura, nosotros venimos acá a defender el verso y capaz que la palabra o la letra y ese es el primer impulso por el cual el libro se reeditó”.
En el acto hablaron además Gustavo Wojciehowski por la editorial Yaugurú y María Stella Olivera Prietto por la Cátedra Washington Benavides. Al final actuaron los músicos tacuaremboenses Eduardo Larbanois y Enrique Rodríguez Viera.
Washington “Bocha” Benavides reside en Montevideo y es profesor universitario. Al hablar ante amigos, ex alumnos y vecinos que se acercaron a la Plaza “19 de Abril”, el poeta recitó del cubano José Martí: “Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero / para el amigo verdadero / que me da su mano franca / y para el cruel que arranca / el corazón con que vivo / ni cardos ni ortigas cultivo / cultivo una rosa blanca”.
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