Casi cualquier persona sabe que la batalla de Masoller, librada el 1º de setiembre de 1904 entre revolucionarios del Partido Nacional y fuerzas del gobierno de José Batlle y Ordóñez, significó el fin del caudillo blanco Aparicio Saravia y de una guerra civil. Pero muy pocos saben quien fue el jefe de las tropas gubernistas en esa ocasión.
A veces ocurre que el vencido tiene más aura que el vencedor, porque la leyenda es más poderosa que la realidad. “Escobar, el vencedor de Masoller”, reivindica la figura de José Nemesio Escobar, un caudillo olvidado. Su autor es Ernesto Castellano Christy, licenciado en Ciencia Política y en Administración de Empresas, oriundo de Tacuarembó.
Recoge abundante documentación sobre Escobar (1849 – 1919), un hombre del norte del país que participó en muchas acciones armadas entre 1870 y 1904, un cuarto de siglo sangriento. Ocupó cargos de importancia, como las jefaturas políticas de Rivera y Tacuarembó, siempre en el bando del Partido Colorado.
Al estallar la guerra civil de 1904, José Escobar, entonces un coronel de 55 años, lideró la División Tacuarembó. El 1º de setiembre el azar lo colocó junto a sus tropas en los cercos de Masoller, un paraje desolado fronterizo con Brasil. Ya de noche, después de una breve y cruenta batalla, algunos de sus soldados dispararon y tumbaron a un jinete de sombrero y poncho blanco que recorría la vanguardia revolucionaria.
Fue el fin de una guerra y el principio de una leyenda y de muchos olvidos.
(Extraído de El Observador 12.12.09)
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