Desde el año 2019 se encuentra radicado en Paso de los Toros. Tiene a su cargo una Escuela de Fútbol, con más de 100 niños. Actualmente cursa la Licencia PRO, que lo habilitará a dirigir en el balompié profesional. Además, se capacita en la captación de futbolistas, curso que dictan Alejandro Garay y Fabián Coito.
El Acontecer lo llamó al goleador y conversó de diferentes temas relacionados a este maravilloso deporte como lo es el fútbol.
Más allá de la tarea formativa que realizas ¿tienes como meta dirigir en el fútbol profesional?
– Primero intento formarme, prepararme para cuando llegue ese momento. Me gusta mucho trabajar con juveniles. Paso de los Toros tiene muy buen semillero, solo falta ayudarlos y formarlos para el día de mañana, para que puedan alcanzar ese sueño de ser jugador profesional. Soy un apasionado de lo que hago. Entiendo que hay que estar preparados. A uno lo ayuda los años como profesional. El fútbol ha cambiado mucho. Si no se entrena no se puede jugar. Nos gusta el fútbol formativo. Sabemos que de más de mil jugadores te pueden salir uno o dos. Hay que prepararlos en valores de vida. El fútbol es una herramienta educativa y cultural.
Con la escuela de fútbol, ¿cómo han sobrellevado la pandemia?
– Son épocas complicadas. Pegó fuerte en general. A nivel deportivo sigue siendo bravo, más allá de que se han habilitado algunas cosas. Estoy intentando volver a entrenar. No es fácil. Estoy afiliado a la Fundación Celeste. El año pasado terminé con más de 170 niños.
¿Costó tomar la decisión de dejar la práctica del fútbol profesional?
– En ese momento lo tenía seguro y claro. Con 43 años tenía para seguir jugando. Pasaron ciertas cosas que no me gustaron (en Tacuarembó). Sentí que no me estaban valorando. Estaba más para ayudar a los juveniles. Me preocupaba más eso que ver si iba a ser titular el fin de semana. Con 43 años terminé esa temporada con 16 goles. Cerré mi carrera como quería. No quería terminar con gritos de la tribuna diciendo que estaba viejo. Quería terminar competitivo y lo logré. Sabía lo que tenía que hacer. Nunca pensé jugar hasta los 43. En Tacuarembó convertí 150 goles. A nivel profesional con casi 400 goles.
Fuente: El Acontecer
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