DR. RODNEY COLINA: “Fortalecer lo que se ha logrado en estos años y a seguir trabajando”

Con el isabelino Rodney Colina, presidente de la Comisión Coordinadora del Interior de UDELAR. “El proceso de descentralización que la Udelar está llevando adelante constituye uno de los hitos educativos relevantes del país”

El 27 de noviembre de 2018, el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República (Udelar) designó al Dr. Rodney Colina presidente de la Comisión Coordinadora del Interior (CCI), para el periodo 2018 – 2022, tras propuesta del rector de la Udelar, Rodrigo Arim.

Rodney Colina, nació en Paso de los Toros, es Licenciado en Ciencias Biológicas por Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y tiene dos títulos de posgrado: Magíster en Ciencias Biológicas (2001) y Doctor en Ciencias Biológicas (2004), ambas en la opción Biología Celular y Molecular por el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba)

Entre 2004 y 2008 realizó el posdoctorado en McGill University en Montreal (Canadá), en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina, donde investigó sobre el control traduccional de la respuesta inmune innata durante la infección viral.

Es docente grado 5 en régimen de Dedicación Total (DT) y está categorizado en el Sistema Nacional de Investigadores de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) en el nivel II. También es docente grado 4 del Pedeciba.

Es responsable del curso de grado Biología Celular y Molecular y dicta clases en otros tres cursos de grado. Asimismo, es responsable de un curso posgrado en Pedeciba que se hace anualmente.

Ha integrado la Comisión Ejecutiva de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) durante cuatro años (2013-2017), siendo los últimos dos años presidente de ésta. También fue presidente de ADUR-Ciencias durante los años 2008 y 2009.

Tiene amplia trayectoria en el cogobierno de la Udelar y actualmente integra el Consejo del Cenur Litoral Norte desde 2015.

Colina se radicó en el departamento de Salto en el año 2010 donde comenzó a desarrollar y dirigir el Laboratorio en Virología Molecular en la sede Salto del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte de la Udelar, en el marco de los llamados a Proyectos de Desarrollo Universitarios (PDU) en el interior el país.

Este laboratorio está integrado por nueve jóvenes investigadores que trabajan activamente con el sector productivo y con prestigiosas instituciones a nivel nacional e internacional en la caracterización molecular de virus que afectan la salud humana, animal y vegetal.

A su vez el Dr. Colina es responsable del proyecto de creación del primer laboratorio con nivel de Bioseguridad 3 del país, el cual se está construyendo en la ciudad de Salto.

¿Qué le motivó para aceptar el cargo de presidente de la Comisión Coordinadora del Interior?

Lo que más me motivó a aceptar es que, luego de haberme radicado y estar trabajando en el interior del país durante los últimos nueve años, pude dimensionar la enorme importancia e impacto que tiene para la propia Udelar el proceso de descentralización, pero mucho más aún para la sociedad y el país.

En 2009 presenté un proyecto al primer llamado abierto a Polos de Desarrollo Universitario (PDU) en el interior del país. Éste fue académicamente evaluado, aprobado y en febrero de 2010 me radiqué en Salto junto a mi familia y comencé con el desarrollo del laboratorio de Virología desde cero.

Provengo del interior, de Paso de los Toros, donde hice la escuela y el liceo, partiendo luego a la capital para comenzar mis estudios universitarios como muchas y muchos jóvenes lo han hecho y lo siguen haciendo. Conozco cómo es la universidad por dentro tanto en Montevideo como en el interior porque comencé a trabajar en ella siendo muy joven, cuando era estudiante de grado.

El proceso de descentralización que lanzó el ex rector Rodrigo Arocena, con el apoyo unánime del Consejo Directivo Central (CDC), marcó un antes y un después en la Universidad de la República. Hubo un plan ampliamente discutido y pensado que fue implementado, se dispusieron de fondos, hubo desarrollos de programas académicos concretos, estuvo el enorme empuje, compromiso e ideas de Gregory Randall a cargo de la Comisión Coordinadora del Interior (CCI) al igual que de todos los directores de las sedes del interior y de todos los funcionarios que allí trabajan, y ni que hablar de los muchos docentes que nos estábamos radicando en el territorio. Hablamos de la creación y radicación de 54 grupos de investigación de alto nivel académico en todas las áreas del conocimiento, que en total han sumado unos 220 docentes ya radicados, más unos 25 que aún están concursando, decenas de funcionarios, nuevos laboratorios equipados con tecnología de última generación, nuevas carreras y la creación de dos Centros Universitarios Regionales, un hito histórico para nuestro país, logrado en ocho años.

Me motiva la investigación útil para el país, la docencia de grado y posgrado y la extensión, pero también me motiva muchísimo poder aportar para construir universidad en el interior. Entiendo que es un enorme y hermoso desafío para nuestra institución y para las autoridades a nivel país. La descentralización universitaria constituye un paso hacia el desarrollo científico, social y cultural del país y es una oportunidad muy valiosa para muchos jóvenes que no pueden acceder a la enseñanza terciaria pública.

¿Cómo evalúa el proceso de descentralización?

El proceso de descentralización que la Udelar está llevando adelante constituye uno de los hitos educativos relevantes del país de la última década. La universidad pensó, discutió y planificó, durante cuatro años previos al 2010, una estrategia de descentralización que finalmente tuvo el presupuesto solicitado; algo que no es común en el Uruguay, porque muchas veces tenemos muy buenos planes pero no presupuesto suficiente.

Actualmente hemos pasado a tener unos 12000 estudiantes en el interior cuando en el periodo 2006-2009 teníamos entre 3500 a 5000 estudiantes, muchos de ellos cursando carreras semipresenciales. Hoy hemos pasado a tener más de 100 ofertas de enseñanza.

Respecto a cómo evalúo el proceso, pienso que viene dando resultados muy positivos tanto en investigación como en enseñanza y en extensión, pero que falta bastante aún por hacer y consolidar. Los dos Cenures creados son muy nuevos, apenas tienen cuatro años, con fortalezas y debilidades específicas, que deberán ser analizadas y atendidas, a nivel académico, legislativo, político y presupuestal. A su vez, es necesaria la transición hacia la creación del Cenur del Noreste en el corto a mediano plazo, para generar institucionalidad regional que fortalezca las ofertas educativas existentes y que proyecte su desarrollo de cara al futuro, pensándose como región y no como dos centros y una casa.

Entiendo que, si bien el proceso y sus programas han cambiado el mapa académico y de ofertas educativas en el territorio, los mismos deben ser evaluados académicamente de manera rigurosa y trabajar conjuntamente a nivel institucional para corregir lo necesario y consolidarlo.

Hay carreras que tenemos que evaluar, ya sea reconvertirlas o fortalecerlas, hay otras nuevas que habrá que crear a la luz de la demanda existente, etc. Este es uno de los temas centrales a trabajar y lo deberemos hacer con cabeza amplia y capacidad propositiva. En muchas carreras que son muy nuevas aún, donde ni siquiera hay egresados, deberemos evitar caer en conclusiones precoces. Creo firmemente en que es necesario duplicar algunas carreras en el interior, en particular las profesionalizantes, y que las mismas sean construidas y dictadas conjuntamente con las respectivas facultades pero en el entendido de trabajar para radicar docentes altamente formados en el interior en áreas específicas, por ejemplo mediante nuevos llamados a programas tipo PDU. Digo esto y para ser bien claro por qué si queremos descentralizar y crear carreras de excelente nivel, no podemos generar carreras con docentes viajeros, o grados bajos interinos de baja carga horaria, o basados solamente en plataformas virtuales, eso sería un error catastrófico.

Deberá cada Cenur discutir y generar insumos en esa línea conjuntamente con los respectivos servicios.

Respecto al programa PDU en particular, creo que ha sido un programa muy exitoso, por la cantidad y calidad académica de los docentes que se han radicado y que están activamente trabajando. En este sentido, le he solicitado a la Unidad de Apoyo Académico de CCI información específica que permita cuantificar comparativamente qué era lo que ocurría a nivel académico en el interior en 2009 y luego en 2018, como forma de medir el impacto del programa.

La idea es conocer en detalle el número de proyectos concursables ganados, las publicaciones científicas en revistas arbitradas internacionales, los premios, el número de docentes en Régimen de Dedicación Total (DT) en el Sistema Nacional de Investigadores de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (SNI-ANII), el número de doctores y magísteres radicados, así como el número de doctores y magísteres formados por grupos en el interior, sus trabajos en congresos, libros, charlas, cursos de posgrados, eventos tipo simposios o congresos realizados en el interior. También las evaluaciones de proyectos o publicaciones, y el relacionamiento con la sociedad y sus instituciones y con el sector productivo nacional, etc. De esta manera y con documentación probatoria, demostraremos la importancia y trascendencia de este programa.

Ha hablado en varias instancias desde que asumió de “consolidar lo hecho” como una de las prioridades de su gestión, ¿a qué se refiere? y ¿cuáles son los otros desafíos que va a enfrentar en este periodo?

Cuando hablo de consolidar lo hecho, aunque parezca una frase hecha, me refiero a fortalecer lo que se ha logrado en estos años y a seguir trabajando, con pie de plomo, es decir en la construcción de fuertes bases académicas que permitan el desarrollo sustentable en el territorio y en el tiempo. Siendo muy concreto, trabajaré para que se fortalezcan las ofertas de posgrados en todas las áreas del conocimiento en el interior, trabajando con la propia Udelar u otras instituciones del país y la región. Actualmente, en los países vecinos y mucho menos en los países desarrollados, no se concibe que un docente no haga su maestría y luego su doctorado, directamente no podrían ocupar cargos en ninguna universidad o instituto de investigación.

También impulsaré, y que ya está en marcha por parte de los dos Cenures, la conformación de los Departamentos Académicos de acuerdo a la ordenanza votada en diciembre de 2017 por el CDC. La creación de estas estructuras van a permitir «ordenar la casa» y proyectarnos hacia el futuro en las tres funciones inscriptas en la Ley Orgánica. Luego deberemos hacer migrar todos los cargos creados en los programas PDU y carreras hacia los respectivos Cenures.

Trabajaré en impulsar la creación del Cenur del Noreste en el corto a mediano plazo, para generar institucionalidad regional que fortalezca las ofertas educativas existentes y que proyecte su desarrollo de cara al futuro pensándose como región.

Quiero impulsar la discusión sobre la proyección estratégica del proyecto de descentralización a nivel Udelar y en particular para cada Cenur (algo que ya están haciendo) mediante una actualización de sus Programas Regionales de Enseñanza Terciaria (PRET). Este punto será fundamental para proyectar los respectivos crecimientos académicos y de ofertas educativas.

Asimismo, impulsaré la discusión sobre la modificación de algunas de las actuales normativas que rigen los Cenures, debido a que varias de ellas no permiten agilizar los trámites, que pasan meses y meses en vueltas entre las sedes y las facultades.

Quiero darle las potestades correspondientes a las comisiones de DT de los Cenures, comisiones que existen hace cuatro años y que vienen haciendo su trabajo de evaluación de manera muy eficiente y correcta. En este punto, la idea es tener indicadores concretos del número de docentes en DT evaluados por dichas comisiones y luego las evaluaciones de las comisiones de las respectivas facultades y a nivel central, a modo demostrar credibilidad y el uso de los mismos criterios académicos.

A su vez y como forma de proyectar el proceso de descentralización, es muy importante comprender que cuando se habla del interior no es todo lo mismo, no se trata de un proceso homogéneo sino todo lo contrario. Cada región tiene sus historias de desarrollo, sus problemas propios, sus desafíos y metas particulares, y tenemos el deber de evaluar, analizar y proyectar un crecimiento sustentable en el tiempo y a nivel presupuestal, que sea a la vez muy sólido académicamente. Esa discusión y toma de decisiones involucran a toda la universidad en su conjunto, porque el apoyo de las distintas facultades, las áreas y los órdenes, son esenciales para lograr el éxito en muchas de las carreras que tienen dependencia académica con los mismos y también de la propia institucionalidad creada.

Es muy importante destacar que los Cenures y la región Noreste tienen muy poca o casi nula presencia y participación a nivel central, ejemplo en la Asamblea General del Claustro, o en las distintas Comisiones que asisten al propio Consejo Directivo Central, tampoco están presente en las áreas; temas no menores que deberemos trabajar a fin de poder incorporar a los Cenures a esos espacios.

¿Cómo proyectar la presencia de la Udelar en el interior con un nulo incremento presupuestal?

No es fácil. En cuanto a proyectar la consolidación del proceso de descentralización necesitaremos más cargos para fortalecer y crear nuevos grupos de investigación en todas las áreas del conocimiento, los cuales a su vez fortalecerán carreras que aún están muy débiles y permitirán también fortalecer la oferta a nivel de formación de posgrado. Necesitaremos nuevos funcionarios que fortalezcan las estructuras administrativas, nuevos fondos para obras, se necesitan cada vez más salones. Pero también se necesitarán más fondos para investigación y fondos para que los docentes, una vez formados a nivel de posgrado, puedan acceder al régimen de Dedicación Total.

Ir hacia un presupuesto que otorgue el 6% para educación pública más 1% en investigación y desarrollo, es una meta esencial para el desarrollo de nuestro país.

¿Cuál es su posición con respecto a impulsar el Sistema Nacional de Educación Terciaria Pública y los vínculos con la UTEC, la ANEP y la UTU?

Mi posición es que hay que ir en esa dirección y que no deberíamos perder mucho tiempo en lograrlo. Tenemos que acercarnos y trabajar conjuntamente con la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y con la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) para fortalecer y complementar las ofertas académicas que tengamos de ambos lados, fortalecer los vínculos y generar ofertas conjuntas.

Un Sistema Nacional de Educación Terciaria Pública me hace pensar por encima de la institución equis, una cabeza constructiva dirigida hacia la sociedad y hacia sus potenciales estudiantes. Uruguay tiene recursos humanos y económicos limitados. Radicar docentes en el interior no es nada fácil y hay que pensar en algo que esté por encima de la institucionalidad específica.

La institución no debería ser el fin sino la herramienta para formar y educar. Sería también un muy valioso sistema para proyectar formación a nivel de posgrados.

El día que se cree la Universidad de la Educación también va a ser muy importante trabajar conjuntamente, y en ese sentido ya estamos trabajando en los diplomados de Matemática y Física y en generar el de Biología. Hay que trabajar con un objetivo final y que cada institución aporte lo que tiene para no duplicar esfuerzos. Uno de los errores que podemos cometer es duplicar esfuerzos con los pocos recursos que tenemos.

La UTEC es nuestra universidad hermana y tenemos que trabajar juntas, lo mismo con la UTU y con la ANEP y con los institutos de formación docente. Hay mucho por hacer en la construcción colectiva. Hay que impulsar el Sistema Nacional de Educación Terciaria Pública y que funcione, existe en el papel pero no está funcionando como debiera estar en el territorio.

Teniendo en cuenta su radicación en Salto, ¿cómo será su presidencia de la Comisión Coordinadora del Interior?

Cuando el rector Rodrigo Arim me llamó para invitarme a presidir la CCI, algo que pensé bastante y que se lo agradezco muchísimo, su propuesta fue que yo dirigiera desde el interior. Voy a ir a Montevideo a todos los Plenarios de CCI y a los Consejos Directivos Centrales y también voy a viajar frecuentemente con el equipo de CCI a las distintas sedes durante el 2019. También tendré instancias de reuniones con distintos actores en la capital del país, en las que estaré de manera presencial.

Una de las cosas que quiero que hagamos como CCI es escuchar a los colegas y funcionarios en los distintos centros y casas. Más allá de las ideas que yo tenga puntualmente y las ideas del propio rector, yo quisiera escuchar a la gente, ir al lugar y conversar, por esto que decía sobre la diversidad del interior. Quiero ir a los lugares y escuchar cuáles son las dificultades, las fortalezas y qué es lo que piensan del proceso. Hay gente con mucha experiencia en el interior que está radicada y que conoce mucho más algunas regiones del interior que yo. Vamos a construir juntos esta línea de trabajo, escuchando y tratando de generar soluciones a los problemas que se nos plantean.

También, sé que es atípico que un cargo que está pensado para Montevideo se gestione desde el interior, pero creo que desde lo conceptual es un hito que por primera vez alguien del interior dirija la Comisión Coordinadora del Interior. Y por ese contexto, he recibido devoluciones muy positivas de muchos colegas de que sea así.

Voy a ir mucho a Montevideo y usaré mucho la tecnología y las videoconferencias.

Vamos a ver cómo sale el experimento.

 

Fuente: www.cci.edu.uy 

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