Vamos a permanecer, si los pistoleros quieren atacarnos, moriremos en sus manos por nuestra tierra», advirtió el miércoles en una entrevista a la AFP Lider Solano Lopes, representante de la comunidad guarani-kaiowá de Pyelito Kue, que reclama sus tierras ancestrales en Mato Grosso do Sul (centro-oeste de Brasil).
Una carta de esta comunidad -en la que sus 170 mujeres, hombres y niños se declararon dispuestos a una «muerte colectiva» antes que abandonar sus tierras ancestrales- puso en evidencia la dramática situación en la que viven parte de los 45.000 indígenas de la etnia guaraní-kaiowá en ese estado brasileño.
Las familias de Pyelito Kue, cansadas de esperar hacinadas en aldeas y campamentos al margen de carreteras a que el gobierno devuelva sus territorios, decidieron hace un año instalarse en parte de esa tierra que reclaman, ubicada a casi 500 km de la capital del estado.
«Yo tenía cuatro años cuando nos expulsaron de nuestra tekohá (tierra ancestral)», hoy ocupada por 18 haciendas, explica Lider, que tiene 44 años y quiere esas tierras de vuelta para su comunidad.
A mediados de octubre, un tribunal ordenó que los 170 indígenas salieran del territorio ocupado, y éstos advirtieron que estaban dispuestos a morir allí, en un mensaje que dio la vuelta al mundo.
El gobierno apeló el fallo en favor de los indígenas, y el martes un tribunal aceptó que continúen en el lugar a la espera de que el Ejecutivo delimite las tierras.
Representantes y líderes guaraní-kaiowá de Mato Grosso do Sul denunciaron esta semana en Brasilia la situación, que se repite en decenas de territorios del estado que los indígenas reclaman.
«El Estado nos expulsó para entregar nuestras tierras a los productores rurales y la Constitución de 1988 definió que nos las devuelvan, pero ese proceso tarda décadas», dijo a la AFP Otoniel Guaraní, otro líder de la región.
«Mato Grosso do Sul tiene la segunda mayor población indígena de Brasil y la peor situación de tierras indígenas demarcadas», denunció Flavio Vicente Machado, coordinador regional del Consejo Misionero Indigenista (CIMI), vinculado a la Iglesia católica.
«Es alarmante la situación de confinamiento de los guaraní-kaiowá hacinados en aldeas y reservas, sufren un índice de homicidios nueve veces mayor que la media nacional, la esperanza de vida es de menos de 50 años, la malnutrición infantil es altísima y el nivel de suicidios alarmante, uno por semana en la última década», añadió.
Una comisión de la Cámara de Diputados visitó el área a fines de 2011 y denunció la violencia: «Los pistoleros (hombres armados a sueldo hacendados) promueven un etnocidio kaiowá».
Nisio Gomes, de la aldea Guaiuire, fue asesinado hace casi un año por encapuchados, y su hijo dice haber recibido amenazas. «Como a Nisio, a tí también te vamos a matar», le han dicho, contó Genito Gomes a la AFP.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, anunció el martes el envío de más efectivos de la fuerza nacional para garantizar la seguridad y también se comprometió a acelerar el reconocimiento de tierras.
Recuperar esas tierras es un enorme proyecto ya implica a decenas de hacendados.
«El Estado quiere reparar lo que llama un error histórico con otro error, desamparando a productores que llegaron impulsados por el Estado y que tienen sus propiedades registradas legalmente. El estado no puede apenas expulsarlos, tiene que resarcir por esas propiedades», dijo a la AFP el presidente de la Federación Agrícola del estado (Famasul) Eduardo Riedel.
Los indígenas recibirán un territorio que perdió bosques en favor de la producción agrícola. «La naturaleza está muy devastada, recuperar esas áreas demorará 10 o 15 años, pero conseguiremos sobrevivir produciendo nuestros alimentos, que hoy no conseguimos plantar porque no tenemos dónde», explicó Voninho Benites Pedro, otro líder guaraní-kaiowá.
El llamado de los indígenas de Pyelito Kue se tradujo en una masiva campaña en internet que recogió más de 270.000 firmas, informó el sitio especializado en campañas internacionales Avaaz. El miércoles, unos 200 estudiantes y representantes de otras tribus se manifestaron en Brasilia a favor de la causa.
De adinet.com.uy
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