Un movimiento que agrupa a víctimas de la violencia en México cuestionó este lunes a los cuatro candidatos presidenciales por su empeño en mantener la actual estrategia militar antidroga, a la que se atribuye una ola de violencia que ha dejado más de 50.000 muertos. «Sus campañas electorales parecen la continuación de la violencia por otros medios», dijo el poeta Javier Sicilia, líder del movimiento al iniciar los encuentros por separado con los candidatos a la elección presidencial de julio, en la que es favorito Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro), que gobernó México por 71 años hasta el 2000.
Sicilia destacó que ante la falta de propuestas de campaña sobre la grave situación de violencia que vive México, los jóvenes han salido «a las calles para encontrar el camino que ustedes (los políticos) cancelaron».
En la última semana, se han realizado manifestaciones de jóvenes en diversas ciudades mexicanas para protestar contra lo que consideran una alianza entre los medios de comunicación más poderosos para llevar de nuevo al PRI a la presidencia. Además de Sicilia, en las cuatro reuniones con los candidatos participaron familiares de mexicanos desaparecidos, asesinados o secuestrados en los últimos años.
La primera en asistir al encuentro en el histórico castillo de Chapultepec de Ciudad de México, fue la exministra Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial del gobernante Partido Acción Nacional (PAN, derecha). «Quisiera preguntarle si usted me acompañaría en esta búsqueda, en este dolor», cuestionó Margarita, madre de una joven desaparecida en Ciudad Juárez. Sicilia criticó a Vázquez Mota por no deslindarse de la estrategia militar lanzada en diciembre de 2006 por el presidente Felipe Calderón contra los cárteles de droga, que, estimó, «ha ensangrentado a México como nunca».
El segundo candidato en asistir fue Peña Nieto, a quien Sicilia manifestó que pese a haber dejado el poder hace 12 años, el PRI es corresponsable de la tragedia que sacude a México. «Ustedes no pueden evadir su responsabilidad», señaló el poeta católico que lanzó el movimiento tras el asesinato de su hijo junto a otras seis personas en mayo de 2011 en Cuernavaca (centro), recordando que el PRI mantiene el gobierno en la mayoría de los estados. «Qué decir de tantos criminales que están impunes y aún están en las filas de su partido y en puestos de representación», le reclamó Sicilia. El candidato del PRI fue cuestionado también por su papel como gobernador del estado de México (centro), donde ordenó una brutal represión policial contra una protesta social en el municipio de Atenco en 2006. El candidato del PRI admitió que hubo equivocaciones en Atenco y señaló que de ese hecho aprendió «la necesidad de establecer protocolos para el respeto a los derechos humanos por la fuerza pública».
Luego fue recibido el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien perdió las elecciones presidenciales en 2006 por menos de 1% de los votos y a quien las encuestas muestran segundo en la carrera electoral de este año, más de 15 puntos detrás del candidato del PRI. Pese a un cordial abrazo inicial, Sicilia cuestionó a López Obrador por haberse convertido en símbolo de intolerancia así como por la participación de la izquierda «en componendas locales» para ganar poder. «Existe demagogia en las propuestas de campaña, en las que no tienen cabida los miles de muertos, más de 20.000 desaparecidos y cientos de miles de desplazados», reprochó Sicilia.
El encuentro se cerró con Gabriel Quadri, del minoritario partido Nueva Alianza.
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