«Si quieres cambiar el comportamiento de una persona, tienes que darle una oportunidad para cambiar su mentalidad», piensa un preso de la cárcel de mínima seguridad en Oslo. Los reclusos trabajan, hacen deportes y llaman a sus familias libremente.
Bastoey. Así se llama una isla en Noruega, que alberga la cárcel con menos seguridad de Europa. Allí, los presos trabajan, hacen deportes, ingresan y salen libremente de sus habitaciones y van a la playa.
«Me gusta presentar la cárcel como si fuera un pueblecito», dijo Per Eirik Lund, el encargado de esta prisión, que tiene 115 internos, a un documental llamado Vice. Hay asesinos, violadores y traficantes de drogas.
A diferencia de prisiones convencionales de este país, donde los presos están 23 horas diarias en la celda, aquí tienen mucha libertad. «Este es un lugar para fortalecer la confianza, la responsabilidad, hacerte cargo de tu vida. Educamos a nuestros prisioneros para que se den cuenta de que son parte de algo más grande», señalo Lund.
Los presos tienen comodidades como televisión, computadora portátil -sin conexión a internet- y, cuando quieran, pueden llamar a sus familiares a través de un teléfono público. «Aquí hay mucha libertad. Es una sensación rara ser libre y al mismo tiempo no serlo. Aquí sales, hacés tus compras, podés jugar al ping-pong o al voléibol. Pero aún así, quiero volver a mi casa con mi familia», expresó Cato, uno de los presos, a la BBC. Otro, dijo: «Es un sitio normal. Así puedes actuar de forma normal cuando salgas de aquí. Aquí puedes ver el océano. En una cárcel cerrada siempre extrañas algo».
Esta cárcel, en la que los guardias no llevan armas, tal como sucede con los policías que patrullan las ciudades noruegas, tiene una tasa de reincidencia del 16%, según la BBC, la más baja de Europa y, posiblemente, del mundo.
La forma de gestionar esta cárcel plantea una interrogante: si la cárcel como rehabilitación, o la cárcel como castigo. Los presos, dan su versión: «Si quieres cambiar el comportamiento de una persona, tienes que darle una oportunidad para cambiar su mentalidad. No puedes cambiar tu mentalidad en una cárcel de máxima seguridad», dice uno de ellos al documental Vice.
Para el encargado de esta cárcel la forma de tratar a los presos implica «asegurar» el futuro de los vecinos con quienes conviva cuando salgan de Bastoey. «Cuando llegue el día de liberar a esta gente, estoy asegurando que mi casa, mis hijos, mis nietos, estén seguros», aseguró. «Una de las razones por las que tenemos una cárcel así es que todos los presos de Noruega serán liberados», agregó.
Bastoey y una masacre en Oslo
El 22 de julio de 2011, Anders Breivik mató a 77 personas en Oslo, causando el episodio más sangriento en la historia de Noruega. Colocó una bomba en el centro de la capital y, después, en un campamento, tiroteó a una decena de personas. El proceso judicial todavía está abierto y Breivik está preso en esta isla. Según el informe de la BBC, «es altamente improbable» que Breivik ponga un pie en esta cárcel. Por ahora, está preso en una cárcel de extrema seguridad al oeste de Oslo.
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