NACIONES UNIDAS, (IPS) – Las perspectivas de crecimiento económico mundial mejoran, pero de forma desigual y más de 100 millones de personas son empujadas a la pobreza extrema, según el más reciente informe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) de la Secretaría General de la ONU.
La recuperación iniciada en las grandes economías todavía no alcanza a muchas naciones en desarrollo, y la situación de los más vulnerables se hace más precaria por la elevada pérdida de empleos, de acuerdo con esa entidad de las Naciones Unidas.
El reporte destacó que la pandemia Covid-19 está lejos de superarse en los países en desarrollo, donde la vacunación avanza lentamente, y en algunos casos, como India –con más de 200.000 infecciones diarias y más de 25 millones de afectados- la enfermedad todavía va en aumento.
“La marcada disparidad en la cobertura de vacunación entre países y la probabilidad de una pandemia persistente, plantean un grave riesgo para una recuperación económica ya desigual y frágil del mundo”, señaló el informe.
El DAES prevé que la economía mundial crezca 5,4% en 2021, lo que marca una revisión al alza del 4,7% que previó en enero, apuntalada por perspectivas de crecimiento más sólidas para China y Estados Unidos.
Se prevé que las economías desarrolladas crezcan alrededor de 5% en 2021, impulsadas por el crecimiento estadounidense más rápido desde 1966. Las perspectivas son menos optimistas para Europa y Japón, que luchan por contener nuevas oleadas de infecciones.
Se espera que Asia oriental experimente una fuerte recuperación, pero muchos países de África, Asia meridional, Asia occidental y América Latina y el Caribe enfrentan una situación frágil y perspectivas económicas inciertas.
Inscrita China, que crecería 8,2% este año, entre las economías en desarrollo, ese conjunto puede crecer 6,1% en 2021, según el DAES. Pero muchas naciones pueden encarar una “década perdida” hacia el 2030.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que la región puede crecer 4,1% en 2021, pero en gran parte como un rebote de la caída sin precedentes de -7,7% del año pasado.
En el plano social, las medidas de confinamiento y distanciamiento social han provocado una elevada pérdida de puestos de trabajo en el sector de servicios, que emplea más a las mujeres.
La pandemia también ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad que causa el trabajo informal, la principal fuente de trabajo en muchos países y que ofrece una menor seguridad laboral, protección social y acceso a la sanidad.
Las pérdidas de empleo e ingresos han sido mayores para las mujeres, ya que hubo más mujeres que hombres que debieron dejar su empleo para satisfacer la creciente demanda de trabajo de cuidados no remunerado.
De los 114,4 millones de personas que han caído en la pobreza extrema, 57,8 millones son mujeres y niñas, y las diferencias de género en ingresos, riqueza y educación traban el progreso en materia de igualdad de género según lo previsto en la Agenda 2030 de desarrollo sostenible adoptaba por las Naciones Unidas.
En el mundo ya había más de 700 millones de pobres extremos antes de la pandemia, según cifras del Banco Mundial.
El reporte indicó que el comercio mundial superó los niveles anteriores a la pandemia, gracias a la fuerte demanda de equipos eléctricos, electrónicos, de protección individual y otras manufacturas.
Una recuperación generalizada de los precios internacionales de las materias primas ha ayudado a limitar el impacto económico de la pandemia en los países en desarrollo que dependen de los productos básicos.
El informe concluye que los países tienen que hacer más para abordar la crisis de la Covid, y las naciones en desarrollo necesitan priorizar medidas que ayuden a los grupos de población más afectados por la crisis, especialmente a las mujeres.
A-E/HM
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