A 25 Km. del centro de la ciudad de Tacuarembó, rumbo a ciudad de Paysandú por ruta 26 hacia el oeste, se encuentra “el Valle Edén” como le dicen los tacuaremboenses. Conocido turísticamente como uno de los paisajes más atractivos del Uruguay, rodeado de espesa vegetación, sierras y abundante flora y fauna autóctona. Desde la ruta se ingresa por la avenida Carlos Gardel que conduce al puente colgante, al Museo Carlos Gardel, a la Posada Valle Edén y a la vieja estación de ferrocarril. Antes de llegar al puente hay una hermosa zona de camping que da sobre el arroyo Jabonería, un hilo de agua, que se embravece con las crecidas, y que tiene su origen en la vertiente oriental del la Cuchilla de Haedo y desagua en el arroyo Agua Negra. Sobre el Jabonería está el emblemático Puente Colgante, construido en 1928, atractivo singular de la zona del Valle.
Siguiendo el camino encontramos el Museo Carlos Gardel, un hermoso centro cultural que testimonia el nacimiento del “Zorzal Criollo” en esta zona del departamento de Tacuarembó. En este sitio que atestigua el origen del cantor conversamos con Claudia Deandrea, la guía del Museo desde su fundación hace 13 años, quien comenta a TACUAREMBO 2000, que este “museo es uno de los más visitados del Uruguay según el Ministerio de Turismo” nos agrega que de acuerdo a entradas cobradas para ingresar, cuesta $20, “hay más de once mil personas registradas por año”, aquí no se contabilizan las delegaciones de centros de estudios, “como un colegio de Buenos Aires que viene todos los años”. Amantes del canto de “El Mago” llegan de todo el país y muchos extranjeros de diversas partes del mundo, “como de Sudáfrica” dice Claudia. El movimiento es todo el año, pero “en turismo es una de las fecha esenciales, por ejemplo los viernes santos hemos tenido más de seis mil personas.
También en época de la Fiesta de la Patria Gaucha esto desborda de gente”. El horario de visita al Museo Carlos Gardel es de 9 a 17 horas. La guía nos informa que se trata “de un Museo testimonial que cuenta con una Sala Artística, una Sala de video cine” y un parque natural con “mucha sombra”. Documentos, recortes de prensa y fotografías aseguran el nacimiento de Carlos Gardel, mientras se recorre este centro histórico, “El Mudo” nos acompaña entonando del brasileño Alfredo le Pera el tango “Volver”. El Museo se inauguró el 11 de diciembre de 1999.
Frente al Museo se encuentra la Posada Valle Edén, una antigua construcción de piedra asentada en barro, de fines del siglo XVII.
Para aquellos nostálgicos que recuerdan las manos saludando desde las ventanillas del vagón de pasajeros encontramos la vieja estación de trenes de Valle Edén. Allí encontraremos viejos vagones, viejas máquinas, un depósito de agua que antiguamente se usaba para suministrar a las locomotoras de vapor el agua a su caldera.
Y en el entorno nos rodea el monte indígena bajando desde las sierras.
LOS ARTESANOS DE VALLE EDEN – Está escrito en la forma de ser de los turistas llevar un recuerdo de cada lugar que visitan, ese objeto les permitirá recordar cada sitio visitado.
Al dejar el kilómetro 208 de la Ruta Nacional Nº26 e ingresar a la avenida Carlos Gardel está la Casa del Artesanato de Valle Edén, una hermosa construcción de madera donde se expone y se venden los trabajos de los creadores artesanales de la zona. Dos mujeres atienden gentilmente a aquellos que llegan procurando adquirir recuerdos, Silvia Laurino, presidente de la Comisión de la Casa del Artesano e Hilda Wilkins, funcionaria administrativa municipal. Comentan a TACUAREMBO 2000 que “esta casa fue inaugurada el 17 de abril de este año, está abierta de 14 a 20 horas, trabaja gente de la zona”, la mayoría de los artesanos son de la zona. La Casa tiene un reglamento, el cual es de conocimiento de los artesanos, estos “traen sus artesanías” y tienen que participar en la Casa una vez al mes. Las responsables del lugar informan que pronto se hará un llamado para “la presentación de artesanías que aún no se han expuesto, para evitar la repetición”. Se nos dice con seguridad que “se trabaja más con el turista uruguayo, de todas partes del país, mucha gente del sur” y “el turista es comprador de toda clase de artesanía, aquello que uno menos piensa, el turista lo lleva. No mira el precio ni la dimensión de la artesanía, incluso las grandes la llevan”.
Para la temporada que se avecina está previsto cumplir un mayor horario y prestar una mejor atención al visitante, porque “sabemos que Valle Edén atrae a mucha gente” si bien es una debutante experiencia “estamos dispuestos a poder brindar todo lo que hay, por eso llamamos a artesanos a presentar trabajos”.
¿Valle Edén está impuesto en el turismo nacional? es la pregunta: “para nosotros sí” responden en forma conjunta Silvia Laurino e Hilda Wilkins, “hoy lo encontramos en muchos sitios de Internet, se reciben muchos turistas extranjeros, y todos buscan el interior de Valle Edén, se conocen el Puente Colgante, la Posada y el Museo pero la gente busca los lugares que no son conocidos como la Gruta de los Chivos, el Pozo Hondo, Las Mermitas eso es lo que sale a buscar la gente. Pero turismo hay todo el año, los fines de semana largo y feriados” con mucha gente.
El silencio, la energía, lo verde y hasta lo místico se puede encontrar en este Valle. En su libro “Tacuarembó, geografía y toponimia”, el maestro Dardo Ramos nos dice “el nombre es el de la Estación del ferrocarril y se debe a un ingeniero que trabajaba en el trazado de la línea Montevideo – Rivera, por lo paradisíaco de sus sierras y valles. Valle Edén con su puente colgante, su límpido arroyo que corre entre las piedras y su bosque serrano, es una de las mayores atracciones turística del departamento”.
CANCIÓN POR EL VALLE EDÉN
No mires como un turista
con la Kodak desde el tren,
o a lo más la pasarela
que eso no es el Valle Edén.
Como todo es vegetal
de la cabeza a los pies,
una borrachera verde
te provoca el Valle Edén.
Pero pisa ese camino
rojo como la pared
de sus ranchos orilleros,
intimá con Valle Edén.
Arroyo Jabonería
no te vayas a esconder
entre tanta piedra suelta
como un arisco ciempiés,
pero en invierno cuidado
que se hincha y puede morder.
Dejá la fotografía
allegate al almacén,
escuchá al negro Saucedo,
tomate un vino con él.
Que uno a veces cree que sabe
todo lo que hay que saber,
hasta que un humilde dice
que “vivir es aprender”.
Y si estás de humor en medio
de tanta sierra y llantén,
preguntale a don Roberto
historias del Valle Edén.
Y entre tanta tierra ajena
interrogarás porqué
un hombre vive en las grutas
como ese huraño Gabriel.
Te dirán un apellido
patricio a lo sumo tres,
de los dueños de la tierra
única de l Valle Edén.
Pero y las viejas familias,
las que alzaron la pared,
de casas hospitalarias,
esas no cuentan tal vez.
La familia de Rosano,
de Gali o de Gómez que
son como los mismos montes
oriundos del Valle Edén.
Siempre habrá cosas que amarguen
como al dejar Valle Edén,
ver el “Cerro Cementerio”
mordiendo el atardecer.
Como al dejar Valle Edén.
De: Washington Benavides y Carlos Benavides.
(Canción que integra el CD: “Lo mejor de Carlos Benavides” para el sello SONDOR.
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