Weyerhaeuser reducirá 80% de su plantilla de trabajadores y Urupanel pararía actividades por falta de materia prima. La crisis productiva del departamento de Tacuarembó; uno de los más prominentes del país de las últimas dos décadas preocupa a trabajadores, empresarios y autoridades, ya que podría afectar a más de 3.000 obreros vinculados industria maderera y frigorífica y desestabilizar la economía regional.
“Hay una situación difícil en general en la industria de la madera, que nos preocupa muchísimo. En una reunión que mantuvimos en la empresa con la patronal, se informó que en los próximos meses de octubre y noviembre serán enviados unos 400 trabajadores al seguro de paro y la planta de Weyerhaeuser va a funcionar nada más con la generación de energía eléctrica, porque tiene un compromiso con UTE” anunció Fernando Oyanarte, Secretario General del Sindicato Obrero de la Industria de la Madera (SOIMA) en Tacuarembó.
El gremialista sostuvo que la crisis productiva en el departamento podría afectar de forma directa e indirecta a más de 3.000 trabajadores en las industrias madereras y frigoríficas, teniendo en cuenta que el Frigorífico Marfrig continúa con 700 operarios en seguro de paro, luego del siniestro ocurrido en la planta de faena. También se sumaría la situación de conflicto chóferes y transportistas de la empresa ALISTRA. La problemática se acentúa con las resoluciones que determinan que la maderera URUPANEL pararía sus actividades por falta de materia prima, “la dificultad está dada porque la empresa no tiene dinero para atender las obligaciones” sostuvo Oyanarte. “Estamos haciendo gestiones a todo nivel para buscar solidaridad y el apoyo de los actores involucrados en el tema, que nos ayuden a encontrar una solución. Ya enviamos un documento al Secretario del Presidente Mujica, con un racconto de lo que es la situación actual de la industria de la madera, además de gestiones locales con todas las fuerzas políticas” dijo el dirigente gremial.
Embargos en URUPANEL. La empresa de capitales chilenos “Paneles del Uruguay” instalada desde 2004 en Tacuarembó fue adquirida recientemente por la compañía suiza “Austin Park Capital”, que a su vez contrató al grupo inversor LeadGate (propietario del 50% de PLUNA) para gestionar la fábrica de contraenchapados, pero el cambio de dueños trajo cola. “Existe en la empresa una situación particular, que es la pésima gestión durante varios años desde la patronal y ahora con nuevos propietarios, se dio un desenlace dramático con el embargo de la planta por el Banco BBVA sobre la producción con el valor de 1 millón de dólares en tableros contraenchapados y en bodega había un stock de 3 millones de dólares, lo que implica el embargo de 1/3 de la producción” informó el Secretario General del SOIMA. En las últimas horas un nuevo embargo de un banco holandés a través del Banco Santander sobre las cuentas de la empresa (ventas) afecta al sector, pero como la Justicia determinó que no tiene lugar, las cuentas quedaron liberadas pudiéndose realizar el pago de salarios. “Si bien esto es grave, URUPANEL actuó rápidamente y entró en concurso de acreedores por 6 meses congelando las deudas, y hemos acordado con la patronal limitar la jornada a 19 jornales mensuales para evitar el seguro de paro”. Desde el cambio de firma, el servicio de comedor y enfermería que funcionaba en la planta fueron suspendidos, lo que también limita la seguridad de los trabajadores.
Movilizaciones – El SOIMA acompañado por el PIT CNT, obreros de la carne así como gremios policiales participó de una marcha el último lunes de setiembre que partió de la sede del sindicato de bancarios hasta las oficinas del Ministerio de Trabajo en Tacuarembó. Alrededor de 300 personas se hicieron presente reclamando soluciones para lo que se teme puede ser un seguro de paro masivo en la industria de la madera y que tendría consecuencias graves para la sociedad tacuaremboense en su conjunto. Recordemos que URUPANEL vuelca al mercado local, cada vez que abona salarios una suma que ronda el medio millón de dólares
Situación en Weyerhaeuser – En declaraciones para nuestra revista el presidente del Comité de Base de Weyerhaeuser, Santiago Méndez, explicó que: “concretamente de la planta de Weyerhaeuser, a partir del 1º de octubre” se produciría un seguro de paro de unos 400 trabajadores, además se presenta una situación “bastante compleja por unos contratos eventuales que se hicieron a partir de enero y que en este momento estarían terminando el período de contratación y que la empresa tendría la intención en su momento de aceptarlos, luego de una negociación bastante intensa logramos que los compañeros sigan dentro de la filas y que también tengan el mismo tratamiento que el resto del envío al seguro pero que se conserve su fuente de trabajo”. La posición adoptada por la empresa comprendería los meses de octubre y noviembre “posterior a ese tiempo se vería como estaría la situación y se evaluaría nuevamente otra posibilidad” dijo Méndez. Si bien inciden diversos factores, los trabajadores entienden “principalmente, es la crisis estructural que ha venido golpeando desde la burbuja inmobiliaria desde hace tres años” pero no se descartan factores internos de la empresa como “la superproducción de material por la necesidad de bajar costos” lo que ha ocasionado un acopio mayor que la venta.
Caída del mercado – La situación es compleja a nivel regional y mundial, ya que los mercados de ambas industrias declinaron, en particular la situación de Weyerhaeuser que con el mercado norteamericano tuvo un quebranto enorme y cayo precipitadamente. En la actualidad las ventas están centradas en América del Sur (Perú, Chile, Venezuela, Argentina), cuya industria con la caída de los precios internacionales también se ve debilitada.
En cuanto a la situación de los obreros de la carne, además del incendio en la planta del Frigorífico Tacuarembó, también se están matando menos animales, “justo cuando el precio de la carne está históricamente alto, faenamos menos” sostiene Ariel Yaks, delegado gremial de los trabajadores. Mientras que Fernando Oyanarte en el suplemento Que Pasa de El País señala la paradoja de las dos principales industrias de Tacuarembó, «para la carne hay compradores, pero no materia prima y para la madera es al revés: hay mucho stock, pero no se puede colocar en los mercados internacionales, al menos como lo hacíamos antes». Rememora cuando la tonelada de madera estaba a 500 dólares, hace siete años. Hoy está a la mitad de eso, con suerte. También recuerda que solo Estados Unidos demandaba un millón de toneladas para su mercado y hoy, nada. Esa canilla se cerró: la madera empezó a tener problemas hace tres años, cuando el mercado inmobiliario estadounidense se desplomó y con él, prácticamente toda la economía en el mundo industrializado.
En tanto el diputado del Frente Amplio por Tacuarembó, Edgardo Rodríguez consideró para Somos Tacuarembó TV que el seguro de paro “es una situación complicada y queda la incertidumbre a como va a evolucionar la cosa” y muestra su preocupación por la situación de la planta de URUPANEL “porque según lo que cuentan los trabajadores se viene produciendo un deterioro en todo el trabajo de la empresa” que puede “llevar a situaciones que nadie quiere”. El político informó de contactos con organismos nacionales “concretamente con Gabriel Frugoni de la OPP” a quien se le envió un correo electrónico “con toda la información” y con la presidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo, Adriana Rodríguez “y ahí existe la posibilidad de un fondo que hay para el fortalecimiento de los sindicatos, sobretodo para sindicatos que están interviniendo en la propia gestión de la empresa”. El legislador participó en las movilizaciones realizadas.
Bettina Silva Carneiro – bettinasilva13@hotmail.com
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