Según un estudio realizado por el MIDES, Ministerio de Vivienda y la Intendencia, las zonas donde viven personas con necesidades básicas insatisfechas, se detectan en los siguientes lugares: Detrás de INIA, sobre una calle pública allí existente; en Sauce Solo, próximo al basurero municipal, allí viven unas 9 familias; en Barrio los Molles y en la zona de la Calera. En los Molles las familias viven en viviendas municipales pero la situación y el transcurso del tiempo han determinado que dos o tres generaciones vivan en una misma vivienda, lo cual genera situación de hacinamiento, lo cual lleva a la disminución de la calidad de vida de estas personas.
Desde la nueva gestión del área social de la Intendencia se trabaja en un relevamiento de estos asentamientos irregulares, apuntando a un trabajo interinstitucional y en coordinación con las áreas involucradas del gobierno departamental con el fin de encontrar las soluciones para las familias que viven en condiciones insalubres, en contextos desfavorables que no permiten el crecimiento pleno de las nuevas generaciones, la formación de los mayores.
En estos contextos aparece la discriminación y también la auto discriminación de las personas. Donde se debe realizar un trabajo de integración de áreas, que aborden ampliamente las situaciones, desde lo psicológico, social, desde la salud, la educación, lo cultural, con proyectos que revaloricen a cada una de las personas, brindándoles herramientas de defensa que permitan su búsqueda de salidas laborales, lo cual mejorara su calidad de vida, más allá de contar con una vivienda digna y tener sus necesidades básicas satisfechas.
Sé el primero en comentar