«Ingresó al hospital con traumatismo de cráneo evolucionado (que hacía varios días que lo tenía). Llegó confuso, no se sabía quién era, con una hemiplejia del lado izquierdo y un hundimiento de cráneo con un hematoma subdural y una hemorragia meníngea traumática, eso seguramente por un golpe» informaron los médicos del Hospital de Tacuarembó al atender a Miguel Ángel Brites, un argentino de 49 años de edad, más precisamente un ex combatiente de la guerra de Las Malvinas. Tras reponerse hizo saber su nacionalidad y que hacía 4 años vivía en Tacuarembó, en el basurero municipal, antes había vivido en Minas, Canelones y Montevideo.
Trabajó en la forestación y actualmente juntaba plásticos para vender a una empresa medioambiental. En el centro hospitalario, Brites contó que en el momento que recibió el golpe en la cabeza estaba tomando alcohol y sostiene que la agresión fue para robarle el dinero que había obtenido con la venta de materiales. Inmediatamente las autoridades del nosocomio informaron el caso a las autoridades consulares argentinas de Paysandú y través de contacto con Combatientes de Malvinas de la provincia confirmaron lo dicho por el paciente.
Tras los trámites pertinentes Miguel Ángel Brites, que había vivido por 23 años en nuestro país regresó a su lugar de origen. Es correntino originario de Itá Ibaté y sus seis hermanos lo fueron a esperar en el Aeropuerto (Internacional Piragine Niveyro de Corrientes), en un momento emotivo e histórico», dijo José Galván, presidente del Centro de ex combatientes de Malvinas en Corrientes a un diario correntino.
La historia – Todo comenzó de un día para otro, hace 24 años, sólo le dijo a su madre que viajaba a Tucumán para conseguir trabajo. Pasaron los años, Miguel Ángel no aparecía y nada se sabía de él, incluso lo dieron por muerto. Sin embargo, en febrero pasado comenzó a cambiar su historia.
“A metros de la pista de aterrizaje, un centenar de ex soldados, representantes de los Centros de Ex Combatientes de las localidades de Goya, Empedrado, Saladas, Bella Vista, Esquina y la capital, muchos de de ellos portando banderas argentinas, entonaban el himno nacional y aplaudían al ex compañero que hasta la familia había dado por muerto” dice el portal tucorriente.com.
Al cruzar la frontera uruguayo-argentina, Brites agradeció a los uruguayos de cómo lo habían tratado e indicó que desearía volver a Tacuarembó.
El 2 de abril de 1982 las fuerzas argentinas invadieron las llamadas islas Malvinas, situadas en el extremo sur del continente, en un reclamo de su soberanía, y entraron en guerra con Inglaterra, país ocupante de las mismas. Muchos jóvenes argentinos que rondaban los 20 años fueron enviados por el ejército de ese país en la invasión.
Estando internado en Tacuarembó, Miguel Angel Brítez relató a los médicos cómo fue que se lesionó en el tórax. La lesión se la hizo cuando esquivó el ataque de un gurka (degollador) en la guerra. Logró que su contrincante no le cortara el cuello tirándose para atrás y porque compañeros argentinos de combate mataron al mercenario a las órdenes de Gran Bretaña.
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