OBITUARIOS

El Beca Suárez… Nació junto al Sandú, correteó a su alrededor hundiendo el mojarrero en sus aguas, y junto a su hermano Luis Ernesto y los botijas del barrio se fue al Parque 25 y al Goyenola detrás de la celeste del Fiat-Lux. Al poco tiempo le tocó a él defender esa celeste del barrio y las selecciones juveniles rojiblancas.

Junto a Felipe Galárraga y Jorge Luis Rodríguez fue a Montevideo a las “inferiores” de Nacional. Después, como muchos de los tacuaremboenses, y más en aquellos años, le “tiró” el terruño y volvió a sus pagos a vestir la “media y media” de Estudiantes. En 1971 se coronó Campeón del Interior con la selección de Tacuarembó. Después se puso la tricolor de Nacional.

Allá por 1988 cuando volví a trabajar a Tacuarembó, fue el Beca quien me invitó a participar con los veteranos en los campeonatos del noreste y comenzamos en los veranos a recorrer Paso de los Toros, Rivera y Melo. Eran tiempos en que en pleno enero los veteranos jugábamos a las cinco de la tarde, los juveniles a las 19 y la mayor a la 21.

Siguió después el Beca a la orilla de la raya de cal con su Estudiantes junto al Chiqui García y fue partícipe del record histórico de campeonatos ganados en forma continua por el Club Atlético Estudiantes.

Por esos años y hasta hace poco lo veíamos en bici o en moto y su “carterita” de cobranzas para la empresa de su hermano Luis Ernesto.

Y siempre el Beca con su sonrisa afable sencillo y franco, con la humildad de los grandes, que lo era. Hoy llega la noticia de que la cruel enfermedad que lo aquejaba, se apiadó de su dolor físico y lo dejó descansar en paz. A los suyos nuestro saludo, y los suyos somos muchos, yo diría que todos los que alguna vez recibieron la palabra, la sonrisa o el apretado abrazo del Beca Suárez.

En nombre de todos ellos, en el dolor de su partida y con lágrimas en los ojos casi gritamos: “hasta siempre Beca”

Luis Inthamoussu

– Ruben Walter Suárez (Beca) falleció en la ciudad de Tacuarembó el 4 de mayo de 2012.

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Una anécdota de gol. Había llovido esos días torrencialmente en Tacuarembó, pero ese domingo las lluvias cesaron por la mañana y de tarde hubo fútbol en el entonces “18 de Julio”. Yo tenía un amigo que cambiaba los goles en el placard y de ahí miraba los partidos. Esa tarde, con una cancha llena de charcos, el Beca se escapó por la punta izquierda hacia el arco que da a la Plaza de Deportes, el golero de Estudiantes le salió, el puntero tricolor tiró la pelota hacia el arco y esta quedó en un charco. El notable arquero Oscar Julián Mendaro, se tiró a atajarla pero la pelota no le llegó. Ruben Beca Suárez siguió y se la tocó por arriba: Golazo de Nacional.

Siempre le recordaba al Beca ese gol y él siempre se acordaba de esa jugada.

Gustavo Bornia

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GERMAN, más que ausencia, presencia – Hace un par de semanas que dejó de estar con nosotros, un hombre y amigo excepcional: don Germán Rodríguez Sosa.

No podemos ni queremos redactar una nota de pesar o lamento. O un panegírico que quizás no se encuadre ni corresponda con quien fue, durante tantos años, un hombre sencillo, sin poses, que vivió y actuó siempre en el seno de un amplio círculo de amigos, compañeros, vecinos, que siempre hallaron en él y su vida ejemplar muy poco común en bondad, en generosidad y en solidaridad. Alguien, con acierto concretó en una frase un concepto muy valioso: “vivir se debe la vida de tal suerte, que viva siga en la muerte”. O aquella otra que tanto citaba y honraba otro coterráneo grande, el maestro Dardo Ramos: “Sólo una vida dedicada a los demás merece ser vivida”. Al recordarlas pienso si nos referimos a Germán.

Y al recordarlo siento y pienso que no nos dejó. Como ley inexorable a todos un día nos alcanzará la muerte, que se lleva lo perecedero, la materia viva de cada quien. Pero, aunque no siempre ocurra, que si la enriquecemos en valores, en amistad, en solidaridad, en honradez, en ideales, en acción tendiente al avance de la sociedad que integramos, en ese instante en que aquella etapa vital acabó, se levanta en los ámbitos que transitamos, una silueta que cobra estatura y relieve en la memoria y en el corazón de quienes lo conocíamos y compartimos tantas luchas y experiencias y aquí seguimos. Por tanto siento y creo que Germán no nos dejó; está y seguirá aquí en nuestros sentimientos honrando en lo que podamos su memoria ya que la vida nos otorgó el privilegio de ser considerado como uno más de sus amigos.

Finalmente, cono no señalar en esta nota, su condición de socialista cabal, seducido y comprometido desde muy joven con las ideas, la acción y el carisma de Emilio Frugoni, político y poeta, fundador del Partido Socialista uruguayo. Ideas y legado que continúa su familia y cuyas banderas levanta y agita con honor su nieta Viviana, hoy Presidente de las Organización Mundial de Juventudes Socialista.

Germán: el monte, el río, la naturaleza que tanto querías y defendías, así como los pájaros en libertad que amabas, como los amaneceres y crepúsculos que tanto admirabas, ahí estarán añorándote y sintiéndote com parte integral inseparable.

SAUL CORREA PEREIRA

– Germán Rodríguez Sosa, falleció en Tacuarembó, a la edad de 83 años, el 10 de mayo de 2012.

(En la foto Saúl Correa y Germán Rodríguez en la Plaza Colón)

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DEL BARRIO REGGI, SE FUE “EL MULATO” – Tenía 87 años, toda una vida en el Barrio Reggi. “Soy negro, de Peñarol, tomo vino tinto y soy colorao de la 15”, nos decía “El Mulato” cuando estábamos en la sede de Estrella del Norte. Musiquero de acordeón de doble hilera, hincha aurinegro, equipier de la “Estrella” y buen vecino. Siempre alegre y con una risa que contagiaba, y humilde como toda gente de barrio, “todavía voy a la canchita y pateo con la gurisada”, nos comentaba no hace mucho. Así era “El Mulato”, muy buena persona. La barriada lo va a extrañar, pero la vida decidió su destino y emprendió viaje dejando una estela de cariño entre quienes lo conocían.

Una camiseta de Peñarol fue colocada arriba del féretro donde estaban los restos de este buen amigo del Barrio Reggi. Y andará por ahí, en el recuerdo, con su carcajada contagiosa.

José Ramón Larrosa “el Negro Mulato”, falleció en Tacuarembó el 27 de mayo de 2012.

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