La casa en orden: Diálogo, reglas claras y eficiencia para un buen gobierno

Por Andrés Lima

Para cuidar el recurso más relevante de la administración pública, que son sus trabajadores, la clave está en establecer reglas claras: reducción al máximo del personal de confianza, concursos transparentes y seguridad financiera.

Estás cansado, estás cansada, yo también. Estamos cansados de que se profundice en los temas que nos dividen, que se empeñen en construir una grieta, cuando en realidad lo que está sobre la mesa es lo que todos queremos: que nuestra gente esté mejor. Por eso hoy comparto con ustedes lo que humildemente vemos desde el norte como un ejemplo de diálogo y desarrollo de la principal política pública en tema de reforma del Estado: la transparencia y eficiencia de nuestras relaciones laborales.

Mis ya seis años de experiencia como Intendente me indican que la falta de diálogo, el cierre de espacios de articulación y la profundización de las grietas son el peor enemigo para avanzar en solucionar los problemas. Cuando llegué a la Intendencia de Salto, nos encontramos con una institución que tenía prácticamente vacías sus arcas fiscales, totalmente comprometido su patrimonio, no solo financiero, sino el que considero más importante: su fuerza trabajadora.

Poner la casa en orden es fundamental para lograr una buena gestión de gobierno, especialmente cuando se trata de los recursos humanos. Cuando no existían reglas claras, ni transparencia en el manejo de las contrataciones comenzamos un proceso de saneamiento fiscal y normativo, que nos permitió poder sentarnos nuevamente a conversar con los trabajadores.

Luego de meses de no cobrar su sueldo en fecha, hoy cada trabajador departamental cobra sin falta en fecha sus haberes correspondientes, cumpliendo con nuestra obligación. Seguramente a un trabajador de Montevideo le puede sonar raro que destaquemos esto, pero no para nuestros funcionarios que vieron afectados sus derechos laborales durante meses y meses en la administración que me precedió.

Si queremos mejorar el estado de las calles, tener más iluminada la ciudad, mantenerla limpia necesitamos un sistema de recursos humanos transparente, que cumpla con los trabajadores, que les garantice relaciones laborales estables y que cumpla con los compromisos asumidos.

Hoy en Salto podemos decir con orgullo que hemos podido ratificar ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social el resultado de las negociaciones colectivas que hemos venido llevando adelante estos años, que nos permite haber alcanzado un acuerdo con todos los trabajadores, atender sus demandas y garantizar que el buen manejo financiero nos permita cumplir nuestras obligaciones. Somos la primera Intendencia del país en haber ratificado este Convenio ante el Ministerio.

A diferencia de lo que sucedía en el pasado, y lo que viene sucediendo en otras partes del país, la mayoría de los funcionarios municipales (70%) está presupuestado y accedió al cargo por un concurso competitivo, público y transparente. Esto nos ha permitido reducir sustancialmente el margen de discrecionalidad que antes se tenía con la administración de los recursos humanos en el gobierno departamental y que es una realidad que impera en varias administraciones locales.

Los funcionarios están para servir a políticas públicas departamentales de nuestro Plan de Desarrollo, no a los gobernantes de turno. Por ello la necesidad de reducir al mínimo la discrecionalidad política de los nombramientos y asensos, y aumentar al máximo las reglas claras, conocidas y consensuadas por todos, siempre cuidando el interés ciudadano.

De un total de 1650 funcionarios que tiene la Intendencia de Salto, 1050 son presupuestados, mientras que permanente o efectivos son alrededor de unos 550 funcionarios. Y los contratos eventuales o temporales son solo 50. Gracias a años y años de negociación, de entender el punto de vista de los trabajadores y de defender la calidad de los servicios públicos de la Intendencia hemos logrado estabilidad y reglas claras.

Y ello no ha significado un aumento de la cantidad de funcionarios. Por el contrario, cuando llegamos en el año 2015 a la Intendencia había una planilla de unos 1930 funcionarios, la que hemos reducido a 1650 en un esfuerzo de disciplina fiscal.

A su vez, hemos logrado un proceso de mayor estabilidad para los propios funcionarios y sus familias. Hoy se ingresa a la Intendencia por concurso, al pasar los 18 meses se entra en efectividad y si a los 48 meses hay un desempeño excelente se ingresa a la presupuestación. Eso nos permite que se genere una carrera administrativa y profesional que brinde incentivos a los funcionarios para mejorar su desempeño.

Una clave para asegurar procesos de mejora de la gestión, es brindar certeza de que no dejaremos a las administraciones departamentales presas del gobierno de turno. Sí es posible mejorar el funcionamiento del Estado, poner la casa en orden y cuidar el recurso más relevante de la administración pública que son sus trabajadores, la clave son las reglas claras, reducción al máximo del personal de confianza, concursos transparentes y seguridad financiera.

El llamado que hacemos desde el norte del país al resto del territorio es a superar las visiones dicotómicas entre eficiencia del gasto público y estabilidad laboral, desde nuestro departamento hemos logrado reducir sustancialmente la cantidad de funcionarios en la Intendencia, acordar con los trabajadores reglas claras para la evaluación de su desempeño y poner la casa en orden.

  • De Montevideo Portal

(*) Andrés Lima – Abogado. Intendente de Salto por los períodos 2015-2020 y 2020-2025. Fue Representante Nacional por Salto en el período 2010-2015. Edil Departamento de Salto en el período 2005-2010. Militante del Frente Amplio.

 

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