Hace pocos días, el FA dio un paso importante con aportes significativos a un análisis autocrítico y a la corrección de errores. Además, inició al proceso de elección de autoridades con amplitud, apertura y renovación.
Hace ya más de un año que, constatando el contexto político global que caracteriza al país, un grupo de sectores y militantes frenteamplistas comenzamos, sin perder nuestras identidades, a coordinar nuestras acciones políticas, sabiendo que la suma de fuerzas permitiría encarar con mayor potencia y calidad nuestro trabajo y enfrentar con mayores posibilidades de éxito los problemas que el contexto mencionado exhibía.
No era la primera vez que intentábamos recorrer este camino. Durante el segundo gobierno del Frente Amplio también lo hicimos y alcanzamos niveles satisfactorios de éxito con referencia a los objetivos que nos habíamos propuesto. Incluso, llegamos a conformar una estructura orgánica integrada en función de los votos recibidos en las elecciones internas del Frente Amplio realizadas en aquellas circunstancias históricas.
Pero lamentablemente, también cometimos errores que lenta pero inexorablemente nos condujeron, primero a la inoperancia y luego, a la frustración de la experiencia.
Traigo este recuerdo por dos razones. La primera para indicar que quienes iniciamos este nuevo intento, no sólo abarcamos un espectro más amplio y numeroso que el que protagonizó la primera experiencia, sino para compartir con todas las compañeras y los compañeros que caminan con la misma sensibilidad política que orienta la construcción de esta experiencia, que la causa excluyente de la frustración del primer intento fue los errores cometidos por nosotros mismos, que quizá algún día tengamos que reconocer.
No obstante, más que reconocer errores lo importante es corregirlos y lograr que esta nueva iniciativa de suma política nazca lo más sana posible y – a partir de tal salud política – conduzca a los relevantes resultados políticos que procuramos alcanzar.
Señalé antes que el actual contexto político global es un gran estímulo para lanzar esta nueva experiencia de coordinación. Un primer componente del mismo es el propio gobierno, conduciendo al país sobre la base de una visión profundamente diferente a la que hemos construido desde la izquierda y con una tendencia permanente a promover un retroceso respecto, sobre todo, a las principales transformaciones impulsadas por el Frente Amplio durante sus tres períodos de gobierno.
Simultáneamente, este contexto incluye a una izquierda conmovida por la derrota y exhibiendo la indiscutible necesidad de una renovación de ideas, de organización, de generaciones y de géneros. Por otra parte un sector de esa izquierda aspira a constituir un factor de diversidad, unidad y equilibrio aunque hasta ahora no ha alcanzado la fuerza suficiente que ahora está buscando con la suma de voluntades coincidentes y la coordinación de sus acciones políticas.
Hoy, la contienda política entre el oficialismo y el Frente Amplio se agudiza y toma cuerpo especialmente a través del debate referente a la Ley de Urgente Consideración. Hace pocos días el Frente Amplio ha dado un paso importante con aportes significativos a un análisis autocrítico y a la corrección de errores. Además ha dado los primeros pasos para iniciar el proceso de elección de autoridades, con amplitud, apertura y renovación. Y con una nueva demostración de potencia militante en ocasión de la recolección de firmas para habilitar el Referéndum sobre 135 artículos de la LUC.
Y es en este escenario que presentamos esta iniciativa política que constituye un nuevo intento tendiente a acumular y equilibrar desde nuestro Frente Amplio y lo haremos, como ha sido dicho en nuestra presentación, alumbrados por el pensamiento, la acción y la vida del compañero Líber Seregni.
Acumular y equilibrar: de eso se trata. La suma multiplica las posibilidades de incidir en la conducta política. El equilibrio facilita la articulación entre diversidad y unidad, que además hay que encarar distinguiendo los principios fundamentales y las posturas ideológicas.
Los principios nos unen a todos los frenteamplistas y están inspirados en la ética, entendida como el conjunto de conductas alentadas por la bondad o la malicia, de acuerdo con los usos y costumbres y la evolución cultural de la sociedad. El verdadero desafío de la conjunción entre acumulación y equilibrio se encuentra en el área ideológica y a partir de ella en la acción política. Y este es el desafío que pretende reconocer y aceptar esta experiencia de inspiración seregnista que hoy presentamos.
Sabemos que, a corto plazo, no hay tarea política más importante que participar del debate relativo al referéndum de la LUC. Pero también sabemos que ni el país ni la izquierda pueden caer en una monopólica discusión sobre el corto plazo. Si alguna duda teníamos de que sobrevendrán grandes cambios en la sociedad, la pandemia terminó de disiparla.
Vendrá otro país y para él hay que estar preparados, sabiendo desde ya que la educación, la ciencia, la tecnología, la cultura y el ambiente serán cuestiones cruciales.
- Extraído de Montevideo Portal
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