“No me venga a mirar el desfile con ojos de forastero”

Por Juan Manuel Luque

“Lindo, un mundo de caballos…”  dijo mi amigo F sin esforzarse mucho por ocultar lo poco que le interesó hace unos años cuando vino a ver el desfile de la Patria Gaucha.

Desde hace varios traigo los turistas gringos que están en casa, y se afanan sacando fotos al principio, pero luego de los 500, ese “mundo de caballos” ya les aburre y no ven la hora que termine, y ¡les faltan más de cuatro mil!

Otros aún los tildan de atrasados, de estancados, de payasos (pero también he leído cosas peores).

“Vos fíjate en los pescuezos de los gauchos”, me decía mi padre cuando íbamos a trabajar a alguna estancia; “ahí sabés bien quién es quién”

Es inútil tratar de explicar o compartir la magia, el desborde de energía y la mezcla de emociones contagiosas que arrastra un desfile de estos.

Las emociones son difíciles de transferir (todas, LFP).

El cúmulo de detalles infinitos en pingos de ensueño, en facones como pa´ topar con Mandinga, en nazarenas, en aperos enchapados y relucientes, y otros de mensuales, gastados y rigoreados; en alpargatas bigotudas junto con botas lustrosas que no conocen bosta ni barro; en vestidos coloridos, en tropillas encantadas siguiendo el tintinear mesmerizante del cencerro de la yegua madrina; pecheras bien caprichadas, baticolas, badanas, sirios, moros, overos, tubianos, bayos y gateados y decenas de pelajes más; humildes y sufridos sogueros junto a parejeros de mi flor; guitarreros, carruajes, lazos casi sin estrenar, a la par de sobeos de manguera, culeros al costado, algún chiripá, y el hipnótico repiqueteo en un caos rítmico de cascos en el cemento, los gritos y los aplausos…

Y la gente; ah, tan de todos, y tan de todo.

Es una maravilla esa mezcla de cajetillas en ruanos y tostados relucientes, junto con el gauchaje de cuello quemado por el sol y heladas -que las últimas queman tanto como el primero- en pingos sufridos pero orgullosos, mire, si hasta los caballos parecen contagiarse por ese tan incomprensible como inexplicable orgullo criollo!

Hay que ver esa gurisada entusiasta, niños de tres o cuatro años solos de a caballo metiendo fusta en sus petisos lerdos, y los veteranos con el sosiego que dan los años, marchando al lado de mensuales, golondrinas, capataces y algún patrón de riñón grueso, gaucho de weekend; el gaucherío humilde con sus mejores prendas; el increíble, hermoso y emocionante número de mujeres, algún gringo recién bajado de Turil, y medio perdido de nike y levis, varios extranjeros y una multitud de almas anhelantes, orgullosas, simples, gritando que el ser parte de una cultura añosa, de amor a la tierra, a los animales y al pasado -que aún es presente real para la mayoría-, es una forma de vida.

Una vida dura, solitaria, aislada y casi olvidada, austera, rústica, simple y a la vez sabia que se pierde lentamente estirada en tiempos indefinidos pero, desgraciadamente, de final probable.

No, no son solo un mundo de caballos con payasos encima, como los ven con desdén -que acaso sea envidia lisa y llana- esos livios maracanaces de pueblo.

¿Es acaso una cultura atrasada, como dicen, detenida en el tiempo; con sus propios tiempos y fronteras, acuciada por la emigración, vejada y asfixiada por la modernidad, por las urgencias de otra sociedad de pantallas, redes y juegos online, de sirenas, autopistas y diversiones sintéticas?: tal vez.

Una cultura que si no fuera por estos “atrasados y estancados”, ya hubiera desaparecido para siempre.

Lo gracioso es que si esta misma cultura estuviera también en extinción, pero fuera en el amazonas, el darien, la azerí, mapuche, bengalí o los rohinya, o cualquier lugar del exterior, se organizarían simposios, charlas y convenciones en apoyo, firmas, marchas, espectáculos y fondos.

Luchando para cuidarla…

Aquí los ignoramos, olvidamos, denigramos y descalificamos con donaire…

Yo me fijo, orgulloso, en un lote grande de mi familia y amigos desfilando, miro los pescuezos quemados y callo quedo, “calma Joaquín”… y no invito más nunca a gringo o cajetilla alguno a ver el desfile… que es nuestro, y solo para el que lo entiende y siente… y no pa´ cualquier pescuezo…

¿Vos dormías?

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JML – Patria Gaucha 2023 – (Extraído del Facebook)

 

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