Es una enfermedad generalizada que produce el engrosamiento y pérdida de elasticidad de las paredes de las arterias. Afecta a arterias musculares (coronarias, carótidas, de extremidades inferiores) y elásticas (aorta e ilíacas). La lesión fundamental es la placa de ateroma que progresa a medida que avanza la enfermedad, compromete el flujo sanguíneo y sufre diferentes complicaciones.
Entre los factores de riesgo destacan los modificables o que se pueden controlar como la dislipemia, la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, el estrés y los no modificables como la edad, el sexo y la predisposición genética.
La placa ateromatosa hace prominencia en la luz vascular. Puede sufrir diversas complicaciones como calcificación, ulceración, trombosis, hemorragia y la dilatación aneurismática.
Otras lesiones que se producen en la aterosclerosis son la estría lipídica y la placa fibromuscular. El daño del endotelio arterial inicia la lesión aterosclerótica. Se produce el aumento de la permeabilidad a los componentes de la sangre como los lípidos y la adherencia de plaquetas y monocitos.
En cuanto a las recomendaciones nutricionales para su prevención se destaca:
· Reducir la grasa animal proveniente de cortes grasos, fiambres, embutidos, lácteos y derivados enteros.
· Reducir los panificados elaborados con grasa.
· Aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3 proveniente de pescados y aceites vegetales agregados en crudo a las preparaciones.
· Aumentar el consumo de frutas y verduras de estación, las cuales aportan fibra, vitaminas y minerales.
· Preferir productos integrales y leguminosas como forma de complementar el consumo de fibra.
· Motivar la preparación de alimentos en el hogar, evitando las frituras.
· Moderar el agregado de sal y alimentos con alto contenido en sodio así como productos con alto contenido de azúcar.
· Procurar mantener un peso saludable.
· Reducir el consumo de tabaco.
Frente a la presencia de una enfermedad definida estas recomendaciones deben transformarse en indicaciones precisas.
Además de los cambios en los hábitos alimentarios se recomienda incorporar algún tipo de actividad física, siempre y cuando no esté contraindicado, como forma de combatir el sedentarismo y lograr mantener un peso adecuado en el tiempo.
Diversos estudios demuestran que las personas sedentarias tienen al menos el doble de probabilidades de presentar alguna patología cardiovascular en comparación a los más activos.
(*) MARIA ELISA BLANCO ROSALES – Licenciada en Nutrición
Plan de Alimentación con Auriculoterapia
Atiende los lunes de 8 a 14 horas – Martes de 15 a 20 horas
Dr. Catalina 254 c/ General Flores – TACUAREMBO
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