Nuestro país mantiene desde hace 16 años un constante crecimiento económico, con un acumulado del 20 % solo desde 2011, y un aumento en las inversiones que terminó con años de bajos ingresos de capitales, dijo este miércoles 20 el ministro de Economía, Danilo Astori, en su presentación en la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). Ese aspecto y su influencia en la generación de empleo fueron el centro de su exposición.
Astori subrayó que Uruguay logró romper con una historia muy larga de baja inversión y mantener un crecimiento de la economía por 16 años consecutivos, a pesar del enlentecimiento registrado en los últimos años y de la recesión que afrontan los países vecinos, especialmente Argentina.
Agregó que en los últimos dos años se trabajó para superar los problemas de una inversión enlentecida y su influencia sobre el mercado de trabajo, en los últimos dos meses de 2018 se registró una leve superación de la caída del empleo.
En ese marco, explicó que Uruguay logró desacoplarse de los países vecinos y alcanzó el ingreso por persona más alto de la región, que se ubica en el equivalente a 17.000 dólares anuales, así como la más justa redistribución de la riqueza.
“Entre 2011 y 2019, Uruguay creció un acumulado del 20 %”, detalló Astori, para luego informar que el año pasado se presentaron 597 proyectos de inversión, un 60 % más que en 2017, y también se registró un aumento en la inversión proyectada, que pasó de 557 millones de dólares a 1.753 millones en los dos períodos comparados.
El titular de la cartera de Economía y Finanzas añadió que, para construir un clima que mejore los niveles de inversión, se requiere fortaleza institucional, estímulos económicos y orden macroeconómico. “Uruguay es visto como el país con mayor nivel de democracia, equidad, Estado de derecho, transparencia, percepción y combate a la corrupción, libertad de prensa, calidad de vida y prosperidad”, aseguró.
Detalló, luego, que, además de la aplicación de la ley de inversiones, junto con el instituto Uruguay XXI y la oficina de gestión de la deuda pública, se promueven instrumentos que contribuyen a sembrar la confianza para invertir en Uruguay, lo cual derivó en la calificación de grado inversor definido por las firmas especializadas más importantes del mundo.
“Uruguay, hoy, es un país respetado y confiable, con un lugar en el mundo que significa un aprecio importante de su estabilidad y los pilares institucionales que la sostienen”, enfatizó.
El enlentecimiento en la generación de empleos se asocia a la caída de la inversión. Por ello, se han instrumentado políticas de incentivo para sectores productivos agropecuarios, turismo, construcción, audiovisual y farmacéutico, apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas, avances en la digitalización del país, promoción de la innovación y el desarrollo, estímulos a las inversiones, apoyo a los emprendimientos y a los proyectos que generen empleo
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