1) La pandemia no ha afectado a todos por igual, hay sectores que prácticamente no sufrieron (sector agropecuario), otros que aumentaron sus ventas (farmacias y almacenes de alimentos) y otros que prácticamente desaparecieron (organizadores de eventos, cines, teatros, hoteles, transporte escolar, artistas, vendedores ambulantes .etc.)
Hay uruguayos que el ingreso se le redujo a cero y no reciben beneficio alguno del estado, por esta razón es que la ideal del Frente Amplio de dar un salario mínimo a estos compatriotas, nos parece una medida justa y sensible. Además que ayudaría a frenar la caída de la actividad en otros sectores.
Con las tenues medidas adoptadas no hay duda que la pobreza ha crecido sensiblemente y no precisamos estadísticas para verlo, al uruguayo no le gusta concurrir a una olla popular o pedir una canasta, si lo hace es porque precisa realmente. Lo que si vemos como positivo, que la burocracia y la demora de hacer trámites ante las oficinas públicas ha caído sensiblemente.
2) El futuro del uruguay dependerá de la actitud, creatividad, inteligencia y sensibilidad del gobierno. Por ejemplo la inversión pública no solo debería mantenerse, sino que debería crecer (viviendas, obras viales, etc.). Debería estudiar y adoptar medidas tendientes a captar turistas extranjeros e incentivar el turismo interno, promover no solo nuestras costas, las cuales ya son conocidas, sino todos los destinos naturales que tenemos.
En cuanto al salario real debería intervenir para que por lo menos no caiga, de lo contrario aumenta la pobreza, el consumo baja y estoy seguro que el empleo no aumentará.
3) Algunas ideas concretas:
A) La pandemia sacó a la luz el tema de los hogares de ancianos, lo cual no es un problema nuevo. Por otro lado hay una cantidad de hoteles cerrados y con graves problemas económicos. Proponemos estudiar la posibilidad de crear hogares de ancianos administrados por el estado, que funcionen en estos hoteles, quienes recibirán un alquiler justo, por otro lado el anciano cedería al estado un porcentaje de su jubilación y/o pensión en caso de recibirla (nunca menos del 80 %).
Si los mismos dependieran del Ministerio de Salud Pública, el tema sanitario estaría garantizado. El plazo podría ser por un tiempo razonable que le permita al estado a construir edificios nuevos y/o adaptar otros y luego retomar en su rubro como hotel o permanecer como residencial.
En este sistema lo que desaparece es el lucro del dueño de los hogares de ancianos, que actualmente existe y lleva en muchos casos a resentir la atención. Ejemplo: un hotel con 60 habitaciones, con una capacidad de 2 ancianos por habitación a un valor de $ 5.000 por mes c/u, recibiría el hotel un total de $ 600.000 por mes. Si la jubilación o pensión promedio es de $ 15.000 el estado recibiría $1.440.000, con lo cual se contaría con $ 840.000 para cubrir personal, alimentación, vestimenta, etc. por mes.
Me imagino hogares de ancianos administrados por el estado y que integre a la UDELAR, la cual podría aportar en forma de pasantía y como exigencia previa a recibirse a estudiantes de medicinas, ciencias sociales, psicología, nurses, fisioterapeutas, etc.
En resumen esta propuesta tendería a resolver un problema económico del sector hotelero, un problema de lugar de práctica de estudiantes de la UDELAR y lo más importante un problema social que sufren nuestros ancianos.
Me parece que es la única solución, porque vamos a ser realistas, hoy los hijos no se hacen cargo de sus padres como antes y la opción son estos hogares, pero la calidad de los mismos depende del ingreso con que cuenta el anciano y su familia.
Así que la ecuación es lamentablemente muy sencilla: ingreso bajo = condiciones malas, ingreso alto = residencias de lujo, si el estado no interviene no hay solución, lo mismo que en el tema salud y educación.
B) Para incrementar el empleo, el estado también debería intervenir y no a través de incentivos, sino encargándose de la producción y venta de determinados productos. Estos tendrán que tener algunas características: no competir con las empresas ya instaladas y exportarse en su totalidad, es decir no producir pensando en el mercado interno ya que el mismo es muy reducido.
Me imagino en productos agropecuarios, de granja, hortícolas. La tierra es lo que sobra en nuestro país, el oficio se enseña, no es necesario un nivel educativo alto (que son los primeros que pierden el trabajo).
El Uruguay tiene una imagen mundial de producción ecológica lo cual ayudaría a colocar el producto y al igual que la primera idea en esta empresa no se persigue el lucro, como en toda iniciativa privada, lo cual permitiría vender a precios más bajos.
Existe un producto que hace ya varios años se esta dejando tirado en el campo y son los cueros lanares. No puedo creer que no se pueda elaborar algún producto, exportable y realizado a mano y con cero costo, ya que hoy con levantarlo de las estancias el productor estaría agradecido.
C) En cuanto al turismo creo que lo fundamental será crear un mecanismo de análisis, rápido, de forma que en una hora máximo se pueda saber si el turista tiene el virus o no. Pensando en el mercado argentino creo que Uruguay puede aumentar los turistas, considerando la seguridad sanitaria que tenemos comparados con Brasil.
Los argentinos no tienen playa y concurrir masivamente a Brasil, no creo que este verano sea un destino posible, así que si mantenemos una conducta seria en cuanto al combate de la pandemia y no sufrimos picos de hoy al verano, seguramente a nivel regional y mundial nos vamos a transformar en un excelente destino.
D) De mantener la epidemia controlada como hasta ahora, pienso que el interior del país y en particular Tacuarembó se podrá transformar en un lugar interesante para que los montevideanos (de mayor poder adquisitivo) puedan adquirir un inmueble, de forma de contar con otra opción para futuras cuarentenas. El mismo razonamiento pienso para el resto del mundo con respecto a Uruguay.
E) Así que de todo lo negativo de la pandemia si somos creativos e inteligentes y si el gobierno se compromete podemos sacar cosas buenas desde el punto de vista económico. Ya que desde el punto de vista psicológico, sanitario y relaciones sociales, el daño ya está hecho y solo con el tiempo podremos evaluar su magnitud real.
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Tacuarembó, Mayo de 2020.
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