En mis tiempos juveniles, por costumbre y por falta de otras actividades, solía ir con los amigos al 18 de Julio, hoy Goyenola de Tacuarembó. Sábado y domingos allá estábamos radio portátil en mano, siguiendo «partido a partido», el campeonato de la Asociación de Fútbol de Tacuarembó.
Allí aprendimos muchas cosas sobre las mañas de los jugadores y sus debilidades. Estaban por ejemplo los que solamente jugaban bien del lado de la tribuna principal y estaban los que si jugaban de ese lado y sentían algún grito de la tribuna, se «iban» del partido. Gritos de los de afuera obviamente.
Y muchas veces esos pícaros hinchas de afuera tenían la habilidad de conocer las mañas y debilidades de esos players y no dudaban en el momento oportuno de lanzar algún grito más o menos personal, al jugador para «sacarlo» del partido.
O sea el hincha notaba que su equipo comenzaba a flaquear y mediante esa simple artimaña lograba frenar los ímpetus del destacado atleta rival. Muchas veces lo lograban y la estrella desaparecía y se desentendía del juego.
En política a veces pasan cosas similares.
Sin ir más lejos la actitud el ex-presidente Mujica tiene mucho de aquello.
Rápido, sagaz y bicho como es, percibió claramente las debilidades de sus candidatos a la intendencia en campaña y dijo: «yo desde la tribuna algo tengo que hacer».
Y como el fanático de la tribuna del 18 de julio en los `70, le pegó el grito a la habilidosa.
«Ay, el Montevideo olvidado. ¡Las pelotas el Montevideo olvidado! Porque se ponen championes para ir, no el taquito cafisho»
La respuesta fue furibunda y previsible. Seria, medida y contundente respuesta. La candidata no podía haber dicho otra cosa.
Pero…
Por un lado lo obvio, naturalmente y sin que llame la atención, saltó el coro compañero, solidario y casi fanático de la candidata a sumarse a los cuestionamientos civilizados algunos y no tanto otros contra el ex presidente.
Se hizo mención y con razón al silencio de las organizaciones feministas que siempre criticarían expresiones como las del ex presidente. En esta oportunidad claramente nada han dicho ni dirán. Pero ocurre que ese coro, no es nada más que el coro de los cercanos.
O sea la contundente respuesta tuvo por efecto movilizar y convencer a los ya convencidos. Pero el ex presidente llegado el caso logró su cometido.
No se habló más en la última semana de la crisis del gobierno departamental de los últimos años, de las licitaciones de luminarias, de la basura, de la oscuridad de los barrios que facilita la violencia ni de las fallas en la gestión.
Se pasó a hablar del tema que introdujo Mujica.
Y en ese plano es evidente que nadie cambiará su voto pensando en que la candidata multicolor es más feminista que la candidata o los candidatos de la izquierda.
Se corrió el eje de la discusión y en esta nueva etapa final de la campaña esa discusión no favorece a los multicolores.
O sea. Como aquel jugador habilidoso del pago el grito de un hincha en la tribuna a la candidata autodenominada la 1, la sacó del partido.
Se distrajo y se fue de tema.
Seguramente lo dicho por muchos no será compartible, pero la idea es simplemente aportar a la reflexión como siempre.
- De UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias
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(*) Guillermo Chiribao nació en Tacuarembó y reside en Montevideo. Abogado de profesión.
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