The Economist publicó un resumen de 20 puntos de un análisis de más de 50 expertos, de lo que viene para 2021. Está circulando por todo el mundo.
https://www.uypress.net/Actualidad/Lo-que-viene-para-2021-por-The-Economist-uc110401
Trata de responder a preguntas que se formula muchísima gente en todo el planeta: ¿Qué nos dejará esta peste? Cuando las respuestas a interrogantes tan complejas y donde existen diferencias de base tan profundas, tienen una forma tan categórica y determinista, ya me crispa algo más que los nervios. No sé quiénes serán los 50 expertos, pero yo prefiero introducir dudas, reflexiones, preocupaciones y no un tan crudo determinismo. Además con un marcado sentido tecnológico y con muy poco contenido humano y ni que hablar de humanista.
¿Hay antecedentes para considerar la actual situación? Sí, en el siglo XIV fue la tragedia de la peste negra junto con otras desgracias, como el cambio climático en Europa y la guerra de los cien años entre Gran Bretaña y Francia. La gran respuesta, la gran reacción de los seres humanos fue El Renacimiento, artístico, arquitectónico, espiritual, político y cultural.
Después de la Gran Guerra, en 1918 fuimos azotados por la gripe española, mucho más mortal que la actual pandemia, que causó decenas de millones de muertos. Terminó en 1919 y en 1920 los «Twenty» le pasaron por arriba a toda esa tragedia y vino una época de efervescencia y de olvido de toda esa horrible enfermedad.
Ahora parece que, sobre todo por la fuerza «irrefrenable» de las tecnologías, The Economist precocinó nuestro futuro en casi todas las cosas que importan y componen nuestras vidas. Discrepo y me pregunto. Tomo algunos de los ejemplos.
«1-Los humanos deseamos volver a socializar pero el trabajo a distancia básicamente se quedará igual». El trabajo presencial tiene un valor que no es solo producir riqueza, es socializar, es crear empatías, es crear y pensar en conjunto. ¿De golpe todos los que tenemos ganas de volver a abrazarnos y a encontrarnos renunciaremos para seguir tele trabajando?
Esto se complementa con el punto dos y la desaparición de las grandes oficinas, recordadas como grandes mamuts.
Los hoteles de trabajo desaparecen y los otros se vuelven cada día más impersonales. No lo creo, en los congresos, encuentros, conferencias, no hay solo sesiones substituidas por Zoom, hay relaciones personales ricas, enriquecedores, novedosas que se establecen y nos mejoran y cambian.
Y tengo una anécdota personal. Aeropuerto de Ámsterdam, tenía que pasar una noche para tomar un vuelo de mañana temprano, reservé por Internet. Un fiasco total, todo electrónico, todo con tarjetas, ni una persona, creo que hasta el desayuno era electrónico. Nunca más piso algo parecido. El turismo y los hoteles son las claves del turismo, son también contacto humano.
Todas las observaciones son respuestas por estos sabiondos implacables de las tecnologías, por A.I. es decir, por Inteligencia Artificial. ¿Y la insustituible sensibilidad e inteligencia humana?
También pontifican sobre las casas y sus cambios, donde la ubicación no tiene mayor importancia, ni para las empresas (madres de todo) ni para los trabajadores.
Y así arrasan con la productividad medida por plataformas KPI’s, con las iglesias, el arte, los gimnasios, los cines. Dejan afuera los teatros… no les dio la I.A. para llegar a ellos.
Vean esta sentencia tan sabía: «7-Las empresas que no inviertan por lo menos 10% en nuevas tecnologías desaparecerán. La empresa tradicional llegó a su fin en el 2020. Ya solo queda esperar a su muerte definitiva» «Así como el modelo de «dark kitchen» ha crecido muchos servicios copiarán el modelo».
El turismo se salva y vuelve. ¡Eureka! Siempre supeditado a las tecnologías. Una buena, «9-El manejo de datos personales se vuelve más delicado y las grandes plataformas cambiarán. La gente regresa a pagar cosas por suscripción por el sentido de transparencia que involucra. Prefieren pagar que regalar sus datos. Las grandes marcas hoy valen por su credibilidad. Todo se puede copiar o replicar menos el prestigio. El valor de la empresa hoy depende de muchos factores y no nada más de su venta anual». Una pizca de algo humano. Yo en este sentido soy más pesimista, las grandes empresas se transformaron en devoradores feudales de datos de sus «usuarios siervos», los sabios por arte de magia lo cambian todo.
Y aquí viene un mazazo sin ninguna alternativa, más que el desempleo y la desesperación «10-La fuerza laboral se reduce dramáticamente y se le dan muchas operaciones simples a la A.I. Para el 2024 el A.I. ya manejará operaciones complicadas en millones de lugares. Pero la adopción general inicia en el 2021. Se aproxima una temporada de despidos globales muy grande. El desempleo se da por razones multi factoriales y no solamente por la crisis económica».
Como no podemos en esta nota tocar todos los 20 puntos, solo les anunciamos que nada queda en pie, ni la educación, la salud, la economía personal, el comercio crece pero solo en línea, la salud mental, la alimentación.
«15-El cambio climático será un tema muy hablado y apoyado». Bueno, algo parecido a lo bueno, a lo necesario. ¿También queda librado a que lo resuelva la I.A.?
«16-Nuevos modelos de información y noticias por suscripción con más transparencia ayudarán a dar contenidos sin tanto «Fake news». La credibilidad y transparencia será la piedra angular de todas las empresas. La gente está cansada de tanta información y prefiere sistemas curados por expertos para interactuar. La inmediatez seguirá siendo muy valorada.» No podía quedar afuera, ¿la A.I también sustituye a los buenos profesionales que elaboran, que piensan, que tienen sensibilidad, que no retratan los hechos, sino que ayudan a comprenderlos?
Y para terminar, la nueva filosofía, la nueva cultura, la explosión de la subjetividad humana que ha creado las mejores cosas sobre este planeta a lo largo de la historia: «20-El mundo está viendo este año como un nuevo inicio. Un renacimiento. La gente replanteará sus metas personales, de trabajo, de salud, de dinero y espirituales. Vienen grandes oportunidades para satisfacer todos esos requerimientos y cambios de pensamiento. Un nuevo inicio con valores más reales. Muchos comportamientos se transforman y nunca regresarán. Acumular, consumir y vivir por lo material pasa al lado negativo de la conversación. La innovación, la tecnología, lo natural y el pensamiento lateral son la base de la nueva realidad. Seguir haciendo lo mismo sin replantearse en el 2021 es ir directo al desfiladero. Todos están a tiempo de encontrar nuevos caminos. Las directrices están definidas. Simplemente hay que encontrar las nuevas rutas personales o empresariales». Fuente: The Economist
Lo que está claro es que lo que se ha reforzado es un mundo donde se consolida una derecha tecnológica, todopoderosa, que maneja nuestras vidas y 50 expertos que nos explican cómo someternos a ellos. Los tecno poderosos totales.
Lo demás, la sensibilidad, el sentido de proximidad y amistad, la solidaridad, el humanismo, la cultura y el arte, incluso la política y hasta las religiones, para no hablar de la filosofía, las sacrificamos en el altar de la Inteligencia Artificial. Un mundo de mierda.
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(*) Esteban Valenti – Periodista, escritor, coordinador de Bitácora, director de UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias.
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