“Mi vocación en la vida es trabajar con la gente ya sea grande o chica” me comentó Teresita Pérez en un reportaje que le realicé para semanario Batoví en setiembre de 1991. Habíamos compartido junto a otros tacuaremboenses un curso intensivo sobre periodismo y comunicación hace casi 25 años. Desde entonces cosechamos una amistad y un pensamiento común de que la cultura tiene que ser lo más popular posible y lograr que la mayoría de gente participe de ella. Teresita transitó en la práctica con esa idea. Desde la Dirección Departamental de Cultura, donde ingresó por la puerta grande y la sacaron por la puerta chica, hasta ser directiva de su querido Wanderers Juvenil, “y para el Wanderers tengo una hermosa canción” dijo.
Fue fundadora de la cooperativa COTAVIAM, Presidente de la Asociación de Fútbol de Tacuarembó, edil departamental, Directora General de Cultura por casi 20 años, en su actividad como comunicadora integró la Redcom a nivel nacional, llegó a ser la única mujer que integró el Consejo Directivo Nacional de COFAC por varios años. Por su trabajo en la Dirección de Cultura recibió el prestigioso Premio Morosoli de Plata en el año 2004 en la categoría “Promoción y Difusión Cultural”.
Pero Teresita es mucho más que todo eso, siempre se la veía con una imagen positiva de la vida, siempre directa en sus expresiones, asumiendo responsabilidades y tratando que los demás también asumieran responsabilidades, en una sociedad muchas veces arisca a participar. Supo empujar con ahínco la construcción de la Sala Brocco y crear en los carnavales “las comparsas barriales”, donde de cada Centro de Barrio aparecían, tras una carroza artesanal, un lote de vecinos.
En los últimos tiempos y tras de desaparecer de la escena social, a la que ella tanto le había brindado, “la maestra Teresita Pérez” fue quebrando su salud, tal vez con el dolor de los olvidados, porque nadie le hizo un reconocimiento y un agradecimiento por su labor en la sociedad tacuaremboense.
Nuestra sociedad perdió una gran mujer, luchadora social, comprometida con el tiempo que le tocó vivir. Ahora ya es tarde para homenajes. “Una debe estar donde quiere estar, pero también hay que ganárselo” había comentado la maestra de la cooperativa.
Elvira Teresita Pérez Silveira, falleció en Tacuarembó el 22 de octubre de 2012.
G.B.
“Nací un 3 de febrero de 1939 en Tacuarembó, pero me crié en el Pueblo de los Cuadrados, que era un lugar donde había un rancherío de un lado y de otro, y también un comercio muy importante, la escuela y la comisaría un poco más lejos. Mi padre criaba ganado en unas cuadras de campo y mi madre era la Directora de la Escuela Nº55. Ella trabajó toda su vida de maestra siempre en la misma escuela y ahí se jubiló. En esa época los maestros demoraban en cobrar, muchas veces pasaban meses sin hacerlo; al respecto te puedo decir que yo me crié descalza, poniéndome alpargatas al atardecer, como todos los gurises del campo y luego de lavarte para después irse a dormir”.
Teresita Pérez en reportaje en semanario Batoví, setiembre / 1991.
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