MONTEVIDEO (Uypress) – Días atrás el papa Francisco sorprendió al expresidente José Mujica al comunicarse telefónicamente. “Hola, habla Francisco, ¿puedo hablar con Pepe?”, escuchó Lucía Topolansky al atender una llamada de un número desconocido. De acuerdo a una crónica publicada por Ámbito, a partir de un encuentro mantenido con el periodista Gustavo Sylvestre, la charla, breve pero amable, fue la de «dos viejos que son distintos, pero se respetan mucho».
«Yo soy amigo de Francisco y políticamente le tengo gran respeto a la Iglesia Católica. ¿Sabe por qué? Porque los latinoamericanos tenemos dos cosas en común, la tradición de la lengua y la tradición de la Iglesia Católica, y aunque no sea creyente, la valoro», afirmó Mujica.
«Es fácil hablar contra la religión, pero en el mundo hay 4.200 religiones y el 60 y pico por ciento de la humanidad cree en algo, yo no soy quien para negarle al ser humano, que es un animal utópico y que inventa algo para vivir un poco más», expresó Mujica en el diálogo con Ámbito.
A su vez, el expresidente agregó una reflexión sobre el concepto de justicia social, al que Francisco se refiere con frecuencia en sus comentarios. «Ese concepto nos rodea siempre, es parte de la deuda en la que participamos».
El exmandatario, que se recupera de un cáncer, se refirió también a la integración latinoamericana y su propio papel como líder político. «Soy un americano del sur, muy ligado a la historia argentina», se autodefinió. «Somos un país de tres millones y medio de habitantes, uno tiene que ubicarse donde vive, rodeados de dos países gigantes que tienen sus problemas, nos tenemos que adaptar a ellos, no ellos a nosotros», agregó.
Mujica también aludió a las elecciones nacionales a celebrarse el domingo 27: «Pienso que podemos ganar, pero no sobra nada. Tenemos un problema, soy consciente que medio país contra medio país no puede funcionar en el largo plazo, por lo tanto, hay que perder el tiempo discutiendo mucho con al menos la parte más racional de la oposición, porque tienen que existir algunas políticas que tienen que ser nacionales».
En referencia a su salud y el proceso de recuperación, dijo que «el cáncer quedó superado, pero me dejaron un agujero así». «No es changa, no puedo comer, estoy débil, pero ahora empecé a tomar té con leche y caldito, vamos mejorando», resumió.
– UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias
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