El 21 de marzo pasado, se cumplieron 100 años del nacimiento del máximo dirigente comunista uruguayo Rodney Arismendi, había nacido en 1913 en la localidad de Rio Branco, departamento de Cerro Largo. Teniendo 25 años estuvo residiendo en Tacuarembó, el semanario Brecha publicó recientemente cartas a su esposa Aída Pignataro (“Tota”), aquí reproducimos una de ellas.
Tacuarembó, marzo 1/939
Queridísima Tota:
Hace ya unos días que te escribí por intermedio de un compañero, esperando que recibieras la carta el domingo en casa de Tibaldo. Como ya han pasado tres días desde el domingo y me inquietaba la posibilidad de que no la hayas recibido, te vuelvo a escribir.
Aquí marcha nuestra vida un poco afanosa en el sentido político, pero sin mayores preocupaciones. Salvo la falta que me hacen tú y Sonia (aunque fuera Sonia llorando y tú rezongando, pero aquí conmigo), me adapto muy bien a Tacuarembó. Si algún día tuviéramos que vivir en el interior, desde ya te propongo y voto porque sea en esta ciudad de arruinadas y viejas casas, pero de cordial espíritu e inquieta juventud. Siempre he pensado que a pesar de mi gusto por la ciudad con sus vastas posibilidades, sus horizontes políticos y sus vínculos culturales – me refiero a Montevideo – sería lindo venirnos a vivir unos años al interior. No sólo porque ello permite hacer un alto en nuestra (¿azogada?) existencia y recapacitar sobre las propias virtudes y defectos sino también porque los ‘quilates’ del militante se miden por la capacidad de vencer la estrechez aldeana, y la pesantez inepta – estancada como agua muerta – del ambiente.
Vivir un poco esta vida y superarse sería una cosa muy saludable para nosotros. Seria lindo, repito, venir a vivir aquí. Cuando la Sonia fuese grandecita, de 6 años para arriba, volveremos a Montevideo para que ella desde chiquita respire un ambiente más amplio. Claro que estos son pensamientos que le vienen a uno dentro de una pieza – cara a cara conmigo mismo – y que a lo mejor a ti se te ocurren – con esa característica socarronería quizá de origen italiano que posees – que es para llenar rápidamente la página. Protesto! Son cosas que me gustarían. Por otra parte – no te alegres, ni pienses que te adulo – creo que únicamente contigo y la infinitesimal pendeja Sonia podría hacer esa vida. Ya que es la única posibilidad de evacuar las neurastenias, el cariño. Bueno, vieja Tota, me estoy desconociendo. He entrado en la cuarta página y digo palabras semicariñosas. Realmente soy un caso perdido.
Un gran beso y otro a Sonita. Rodney.
Después de haber escrito tantas tonterías semi-íntimas, temo al ridículo… pero allá van. Chau. R
Me puedes escribir a la dirección que te di, sino a la del Esc. Julio Maia; para Arismendi. Tacuarembó.”
– (En una carta anterior había escrito: “Escríbeme: Luis D. Silva, República Argentina 316. Tacuarembó”)
– Foto tomada en mayo de 1985. Arismendi con sindicalistas de Tacuarembó, entre ellos el Prof. Basualdo, el “Canario” Viera, Tila Gamio y Nieves.
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