
El ferrocarril en Uruguay, testigo y protagonista del desarrollo del país, cobra vida en «El camino de hierro», una obra que no solo recorre su historia económica y social, sino que también innova al incorporar tecnología de realidad aumentada. María Nela Seijas, investigadora y docente, nos introduce en un relato que entrelaza memorias, estadísticas y análisis financieros en una investigación sin precedentes.
Considerado uno de los inventos más importantes de la Revolución Industrial, el ferrocarril comenzó a surcar el territorio uruguayo en 1869, conectando poblaciones que hasta entonces permanecían aisladas y transformando la vida del país.
A lo largo de más de 100 años, no solo unió la capital con la campaña y el norte con el sur, sino que también dio origen a numerosos poblados, fomentó el turismo y contribuyó a la expansión del fútbol por todo el territorio. Sin embargo, con el tiempo, la competencia con otros medios de transporte y cambios en las políticas económicas marcaron su declive.
En «El camino de hierro«, María Nela Seijas, investigadora y docente universitaria especializada en Economía de la Cultura y del Turismo, rescata la importancia histórica, social y económica de los ferrocarriles en el desarrollo de Uruguay.
Su trabajo, con un fuerte compromiso con la preservación y difusión del patrimonio cultural, se distingue por la innovación educativa: es el primer libro de historia en Uruguay que incorpora tecnología de realidad aumentada, acercando el pasado a las nuevas generaciones.
En 2024, con la mayor inversión en infraestructura ferroviaria en la historia del país, el ferrocarril tiene una nueva oportunidad para recuperar su protagonismo. La renovación de la vía del Ferrocarril Central y la rehabilitación de otras líneas marcan el inicio de una nueva era para este histórico medio de transporte.
¿Qué te llevó a interesarte por la historia del ferrocarril en Uruguay?
– Sin duda, mi historia familiar tuvo un rol clave. Soy nieta de un ferroviario que trabajó en la Estación Peñarol, aunque había nacido en Florida. Siempre me interesó el tema, pero fue en 2020, durante la pandemia, cuando decidí profundizar en la investigación. Mi intención inicial era evaluar la gestión económico-financiera del ferrocarril a lo largo de los siglos XIX y XX, entendiendo cómo evolucionó su rentabilidad y sostenibilidad. Sin embargo, a medida que analizaba los datos, comprendí que la historia era mucho más compleja de lo que imaginaba. Fue así como la investigación económica dio paso a un estudio histórico y documental mucho más amplio.
¿Cómo fue el proceso de investigación?
– Me llevó más de cuatro años de trabajo. Comencé entrevistando a expertos en ferrocarriles, luego accedí a archivos históricos tanto en Uruguay como en el extranjero y, finalmente, recorrí el país para documentar las líneas ferroviarias y sus vestigios. Una de las mayores dificultades fue sistematizar la información. El ferrocarril en Uruguay no había sido abordado en profundidad en un solo volumen, por lo que recopilar datos dispersos y darles coherencia narrativa fue un desafío.
¿Cuáles fueron los principales desafíos a los que te enfrentaste?
– Uno de los más grandes fue reconstruir la cronología de las concesiones ferroviarias. Durante el siglo XIX, la mayoría de las líneas estaban en manos de empresas británicas, pero muchas quebraban y cambiaban de propietarios. Otra dificultad fue condensar la información sin perder rigor. Por eso, optamos por incluir realidad aumentada en el libro, lo que permitió compartir documentos, mapas y videos que habría sido imposible incluir en papel.
Este es el primer libro de historia en Uruguay en incorporar realidad aumentada. ¿Cómo enriquece la experiencia del lector?
– Permite que la historia cobre vida. Los lectores pueden escanear marcadores con su celular para acceder a material adicional como documentales, canciones o entrevistas. Esto facilita una lectura inmersiva y atractiva, especialmente para las nuevas generaciones, quienes están habituadas a la interacción digital.
¿Cuáles fueron los principales factores que llevaron al declive del ferrocarril en Uruguay?
– Fueron varios. A nivel global, el auge del automóvil desplazó al tren como medio de transporte. En Uruguay, la construcción de carreteras en paralelo a las vías ferroviarias intensificó la competencia. Además, la política estatal de principios del siglo XX, que promovía la nacionalización de los servicios, desincentivó la inversión extranjera en ferrocarriles, lo que generó problemas de sostenibilidad económica.
¿Ves viable el retorno del transporte de pasajeros ferroviario?
– Actualmente, la única línea de pasajeros activa es la que conecta Tacuarembó con Rivera. Sin embargo, la reciente reactivación del Ferrocarril Central abre posibilidades. Para que sea rentable, primero debe asegurarse una demanda de carga estable. Si esto ocurre, podría reconsiderarse el transporte de pasajeros en determinadas rutas.
¿Planeas presentar el libro en el interior del país?
– Sí, ya iniciamos una gira denominada «El camino de hierro», presentando el libro en diversas localidades con fuerte historia ferroviaria. Nos interesa generar un diálogo con los habitantes y compartir sus recuerdos. Quienes deseen adquirirlo pueden hacerlo a través de la web caminodehierro.uy.
El ferrocarril uruguayo, con su historia de esplendor y declive, encuentra en «El Camino de Hierro» una obra que no solo documenta su legado, sino que también lo proyecta hacia el futuro. Gracias a la meticulosa investigación de María Nela Seijas, este libro se convierte en un testimonio fundamental para comprender la evolución del transporte en Uruguay y su impacto en la sociedad.
- Extraído de Facebook
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