Sean curiosas… / Por Juan Manuel Luque

Acepten el destino pero con rebeldía.

No debe haber cosa más fascinante, removedora, aleccionante y divertida que viajar con, y tener de cómplices y compañeras de viaje a las propias hijas. A ellas algunos apuntes entreverados desde una mochila rota hace rato y varios botines gastados de un sinfín de errores y metidas de pata…

Cuiden los detalles, cuando puede pasar cualquier cosa estos importan mucho, recuerden como aquel número 2 extra en mi visa nos hizo perder el avión.

No sean dramáticas, en los caminos ni en la vida. Todo tiene una vuelta si se la busca con paciencia y determinación.

Ríanse.

Contagien optimismo y esperanza.

No viajen con, y aléjense de, los negativos, los trancados y trancadores, de los envidiosos y los ingratos. Son cangas del camino con los que no se puede ni debe viajar a ningún lado.

Respeten opiniones diferentes, todas son resultados de experiencias también diferentes.

Acepten el destino pero con rebeldía.

Digan lo que les gusta y quieren mucho más que lo que no les gusta ni quieren; es difícil viajar con gente con esa filosofía.

Den siempre otra oportunidad a los que actuaron mal. Pero perdonen sólo una vez.

Anden descalzas.

Anden afuera.

Duerman poco.

Caminen bastante.

Si tienen suficiente, cuando en un restaurante con amigos siempre inviten y paguen la cuenta ustedes; y olvídense que lo hicieron.

Ahorren, pero tiren los últimos dongs en algún metejón.

No lo expliquen, los metejones no se explican.

Sean curiosas, lean sobre lugares, aprendan algunas frases, úsenlas sin vergüenza, esos intentos, aun torpes, pueden abrir muchas puertas.

No cuenten sus viajes, a nadie les importa, pero guarden y atesoren hasta los detalles de los mismos, de ellos están al fin construidos. El niñito vietnamita que se rebeló por el lugar que le tocó en la moto cuando lo llevaban al jardín junto con 5 hermanos y con sus 4 años, de mochila y chinela empezó a caminar solo bajo la lluvia llorando y caliente…

Madruguen.

Lleven bitácoras, la memoria es una función frágil y perecedera, y tiene fecha de vencimiento.

Júntense con locos con ganas, eviten quedados con frenos de mano, no hay mayor costo de energía en la vida que el empujar quedados.

Anden con determinación.

Amen con pasión.

Coman con hambre.

Beban con sed.

Pierdan aviones.

No se quejen, absolutamente siempre habrá gente en mucha peor situación que ustedes, que siquiera tiene tiempo para quejarse.

No presten plata a los amigos; si se la piden y Uds. la tienen, regálenla. Al intentar cobrarla después, probablemente pierdan la plata y el amigo. Y el uno siempre es y será más importante que la otra.

Interésense por otras culturas, otras vidas, otras opciones.

Mójense.

Ayuden con hechos y no con tantas palabras.

Tírense una canita, pero luego acepten las consecuencias.

Asuman su responsabilidad en los resultados de todo. Nunca culpen a otros, aún las malas acciones que nos afectan de otra gente, son culpa de uno mismo, por andar, precisamente, con esa gente…

A los parientes maracanaces y condescendientes, trátelos con mayor condescendencia aún; y mucha paciencia, entiendan que todos están peleando sus propias batallas.

Sean conscientes del privilegio y riqueza que es el tener salud y poder viajar.

Entiendan y empaticen con los enfermos.

No se encasillen.

Lean.

Viajen livianas.

Y recuerden siempre que lo más profundo y significativo está en los momentos más fugaces y efímeros, el niñito viet que no entra en fotos; y la verdadera magia reside en la capacidad de conectar con los demás y con uno mismo; cosas que a la postre probablemente sean la razón última de los viajes…

¿dormías?

  • Jml – Hoi-an febrero del 25

(Extraído de Facebook)

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