San Fructuoso, que en 1912 se llamará Tacuarembó, fue desde 1875 hasta 1900, una pequeña población de 4.500 habitantes, que se desarrolló muy lentamente. La pequeña Villa no tenía calles pavimentadas, existiendo en ellas grandes arenales. En las esquinas se colocaban postes de coronilla, con el fin de evitar que las carretas voltearan las esquinas de las casas. La Plaza “19 de Abril” estaba bordeada de verjas de hierro, que luego cayeron en partes, y que recién a fin de siglo fueron retiradas. Con respecto a la otra Plaza, la “Colón”, es después de 1875 que se construye. En ese año se secará la laguna que existía en la zona y donde luego crecían verdaderos pastizales.
Sin embargo, a pesar de la pequeñez del ambiente, San Fructuoso tenía una intensa vida social. Eran frecuentes las tertulias familiares, donde se jugaba a la lotería, circulando el mate dulce para las damas y el amargo para los caballeros. Muchas veces, por las tardes, entre jóvenes de ambos sexos, se organizaban partidas de volante, donde los actores ponían mayor empeño. También eran comunes las fiestas camperas donde se visitaban los alrededores de la Villa. Desde el punto de vista cultural, existían varias bandas de música, todas ellas bien afiatadas.
Después de 1880, aparece la costumbre de realizar Retretas en las plazas, las que se efectuaban los jueves y domingos, con la participación de damiselas y jóvenes de la zona. En el año 1881, se abre el Liceo de Tacuarembó, dirigido por Apolinario Pérez. En 1891, diez años después, se funda la Escuela Filantrópica, siendo su Director Don Juan Gómez López. Hacia 1891, San Fructuoso tiene 23 escuelas públicas y 1 privada, con un total de 1.566 alumnos.
Desde el punto de vista político, San Fructuoso no era ajeno a las intensas rivalidades políticas de Blancos y Colorados. Un ejemplo de esta rivalidad, que se encuentra en la persistente campaña contra el Coronel Escayola lanzada desde el diario “El Comercio”, en el que existía una permanente crítica, apareciendo una acusación por día, durante treinta días, lo que a su vez era contestado por el periódico “El Heraldo”, que defendía la política colorada del Presidente Santos. Tan personal era la campaña llevada adelante por “El Comercio”, que tenía como objetivo hacer renunciar al Coronel Escayola. Cuando renuncia Escayola en 1891, el periódico deja de aparecer.
Queremos resaltar, dos hechos importantes para el progreso de Tacuarembó: el 1º de mayo de 1891, fecha que llega el primer ferrocarril a San Fructuoso, y el 31 de mayo del mismo año, día en que se inaugura el Teatro Escayola, cuyo centenario estamos celebrando.
De “Historias del Teatro Escayola” (31.07.1991) – José López Cabas y Enrique López Saracini – Editorial Informaciones
Fotos: 1) Casa Antigua – 2) Plaza 19 de Abril – 3) Coronel Carlos Escayola
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