Estuvo en Tacuarembó y en el marco de la “2ª Feria del Libro” habló, ante una pobre de asistencia de público, sobre su último libro “MILICOS y TUPAS” que ya lleva una 5ª edición. Este polémico periodista que ha tenido más de una diferencia con algunos consejos editoriales, por defender la independencia periodística, explicó a TACUAEMBO 2030 las razones por la cual recomienda a leer este texto, por el cual recibió el mayor premio de la literatura uruguaya “Bartolomé Hidalgo” al mejor libro de 2011 en la categoría Ensayo político – periodístico.
– Hablemos de “Milicos y tupas”, ¿que empuja a un periodista a escarbar en un terreno tan trillado en nuestra sociedad contemporánea?
Por un factor de casualidad, que fue que el coronel Agosto nos llamó, se me presentó y quiso contar una historia y era el primer integrante del Ejército que hablaba de la guerra del MLN (Tupamaros) en primera persona. Otro factor es personal mío, con la edad que tengo, siento la necesidad de aportar algo para que no volvamos a perder la democracia. Estos temas me interesan en ese sentido, de contar cosas que a la gente más joven los haga ver como fue el proceso que llevó a perder la democracia. Y un tercer elemento, que si bien se ha escrito muchísimo sobre estos temas, pero siempre insistiendo en los mismos puntos de vista, y hay otros puntos de vistas que faltan, es contradictorio se escribe mucho pero siempre se escribe lo mismo, yo siento que quedan muchas cosas por decir desde otro punto de vista.
– En el libro, los personajes abordan ese momento histórico desde un ángulo personal.
Sin duda. El libro tiene tres protagonistas y ellos dan su mirada personal y cuentan su peripecia, y si bien el libro está complementado con otros testimonios se centra mucho en esos tres personajes. Y creo, que una cosa que a mi me llevó a centrarme en esos tres personajes, es que los tres cuentan su visión de las cosas y los tres se permiten salirse del discurso oficial, tanto el coronel Agosto no tiene el discurso oficial de los militares y los tupamaros Conque y Miraldi, si bien no son relegados y dicen que hoy harían exactamente lo mismo, igual aun así no tienen el discurso oficial que tiene un Fernández Huidobro o un Rosencof, que hay matices y hay autocríticas que lo hace valioso.
– ¿Esos personajes que aparecen en “Milicos y tupas” tienen algún cuestionamiento o reproche por su participación en los hechos acontecidos?
El militar se reprocha asimismo, básicamente, haber peleado una guerra que dice él “que no sirvió para nada” que hizo al Uruguay más pobre. Miraldi, un ex tupamaro y profesor de historia, dice algo parecido, sostiene “que ese enfrentamiento terminó no sirviendo para nada” aunque él volvería hacer todo de vuelta. El que volvería hacer todo de vuelta pero no se cuestiona, es Coquer, pero él tiene una vida muy especial, hizo revoluciones en Argentina, en Uruguay, peleó en la guerra de Mozambique.
– ¿Por qué recomienda que la gente lea tu libro?
Yo hice un gran esfuerzo, soy periodista y no soy escritor, y me he vuelto escritor un poco por las circunstancias. Pero acá hice un gran esfuerzo de tratar ponerme a la altura de un escritor y que se pueda leer un libro atrapante literariamente, no sé si lo he logrado. Ahora periodísticamente es bueno que lo lean, porque van a conocer hechos que no han sido contados y porque van a tener la visión de tres protagonistas que fueron mandos medios y ninguno fue capo ni del ejército ni del MLN, hoy se permiten hablar de esto con libertad, no tienen porque ceñirse a un discurso oficial o ceñirse a lo que es la “verdad de su grupo”, dice lo que ellos vieron o les parece, hay pocos casos de estos. Por eso recomiendo a que lo lean porque encontrarán a militares y tupamaros que hablan sin sentirse obligados a repetir las verdades oficiales.
– ¿Qué visión tiene Leonardo Haberkorn del periodismo uruguayo en la actualidad?
Te hablaré del periodismo montevideano, yo entro a los portales de periodismo del interior pero las radios no las escucho, los canales no los veo y las revistas no me llegan, es decir lo que conozco es algunos portales, algunos diarios que tiene páginas en internet, no los leo todos los días, así que me refiero más al periodismo montevideano. Lo veo chato en varios sentido, por un lado las empresas han restringido muchos los equipos y ya la investigación es casi una utopía, por otro lado en un afán de achicar los costos ha contratado mucha gente joven y han dejado de lado a gente más veterana, si bien los jóvenes tiene un empuje que ha veces los veteranos no tienen, también se pierde mucho conocimiento de antecedentes y de contexto histórico, los personajes tienen una riqueza mayor que la que hoy una habla. Cualquier político uruguayo importante: Mujica, Astori, Sanguinetti, Batlle o Lacalle, todos tienen una historia atrás muy rica, llena de contradicciones y de méritos, y hoy los muchachos de veinte años no conocen ni siquiera lo más cercano. Y por otro lado también observo a los periodistas muy volcados a las nuevas tecnologías, que también nos abre un abanico infinito de posibilidades pero si vos no salís a la calle a hablar con la gente, las historias están en la calle, están en la gente, si tú pasas todo el día mirando el facebook pasas a repetir lo que todo el mundo dice, no vas a poder contar algo nuevo, eso está haciendo demasiado mella en el periodismo.
Luego tenemos la televisión volcada a dos tipos de noticias, que ya no son noticias, que son los robos y los accidentes de tránsito o a preguntarle a la gente en la calle sobre que opina que puso Tabárez o el robo de tal lado, es la ausencia total de investigar y de buscar un contenido propio. En parte hay una responsabilidad de los empresarios que achicaron los equipos, pero hay una responsabilidad individual de cada periodista de plegarse a esquema que empobrecen y no aportan ni a la información que importa ni al debate de ideas que es ausente, prácticamente en los medios; no hay debates de ideas
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Leonardo Haberkorn (47) – Periodista. Trabajó en los semanarios Aquí y Búsqueda. Fue editor de la revista Punto y Aparte, secretario de redacción de la revista Tres. Fundó y dirigió entre 2000 y 2006 el suplemento Qué Pasa del diario El País. También trabajó en la agencia de noticias Reuters y en el diario Plan B. Fue responsable de los textos del programa televisivo Memorias de la Costa. Es autor de los libros Milicos y tupas; Historias tupamaras; Crónicas de sangre, sudor y lágrimas; Pablo Bengoechea: la clase del profesor; 9 historias uruguayas y Preguntas y respuestas sobre animales del Uruguay. Es colaborador de las revistas Placer (Uruguay), Gatopardo (Colombia-México) y Etiqueta Negra (Perú). Ha publicado en los diarios argentinos Crítica (revista C), Página 12 (suplemento Radar) y Clarín (revista Viva). También en El Mercurio de Chile (revista Sábado) y en las revistas y diarios Internazionale (Italia), Travesías (México), De Pers (Holanda), De Standaard (Bélgica), Blazer (Israel), entre otras publicaciones. Es coordinador académico de periodismo de la Universidad ORT de Montevideo.
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