Su personalidad casi mística, elegante y modesta, hacen de Benito Sastre, un tema de reflexión. En su trayectoria va dejando frutos que muchas veces no se saben (o no se quieren) valorar, pero el tiempo se encargará de avivar esa llama que enciende en cada uno de sus propósitos. Benito Sastre, un intelectual, el cual tal vez hizo abandono de su cómoda condición social para integrarse a otra condición: la de servir.
Porque el mejor corazón es el que late más cerca de la tierra, porque está contagiado de su serena y humilde fortaleza. Es difícil comprender ciertas decisiones pero, a través del tiempo, hemos sido testigos de su sano y desinteresado actuar para con su gente: los pescadores.
Amante celoso del medio ambiente. De la naturaleza que nos circunda. Enemigo apasionado de la depredación. Amigo de los niños.
Consagrado y respetuoso en la fe cristiana hace de este hombre, amigo, vecino, un ser digno de destacar en un comentario insignificante tal vez, pero sincero al fin. Su espíritu de solidaridad le sumerge en lo personal para reflotar a los que les rodean. En síntesis: Al igual que un maestro, “da todo de si, sin esperar nada para sí.” Benito es un viajero apasionado que navega en un río enriquecido por un Dios bondadoso.
Su amor hacia los débiles inspiró siempre sus artículos y sus escritos que enviaba y envía actualmente a distintas instituciones Departamentales y Nacionales. Cada entrelinea parece un surco sembrado de copiosa simiente. Cada párrafo semeja una flor llena de lozanía y rica en perfume, cada página ostenta un racimo de sazonado y jugoso fruto que el tiempo permitió fuéramos testigos de muchas concreciones. Quienes fueron beneficiados, podrán dar fe de ello. Yo he leído sus artículos por años y me he sentido en contacto con un noble espíritu de hacer el bien sin mirar a quien…..!
Un aplauso a Benito Sastre, “El Peregrino del Hum”, que en su chalana va en busca de un caudal profundo en sabiduría.
De sangregoriotacuarembo.com
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